Este juego protagonizado por un astronauta que se acaba de estrellar en un planeta desconocido se llama Orchids to Dusk y te hará reflexionar con mecánicas muy simples pero una impactante decisión.
A menudo es en los videojuegos independientes donde encontramos las experiencias más potentes y creativas del medio. El breve pero impactante
Orchids to Dusk es un buen ejemplo de ello: se trata de un título de apenas unos minutos de duración que nos pone en la piel de
un astronauta recién estrellado en un planeta desconocido y aparentemente desierto. La única interfaz del juego es un medidor de oxígeno que se va a agotando y, cuando eso ocurra, pasará lo inevitable.
Las mecánicas de
Orchids to Dusk son realmente simples, tanto que a menudo se le describe como un
walking simulator: sólo podemos caminar (ni siquiera correr) por la superficie de este planeta tratando de buscar una solución, a sabiendas de que nuestro destino ya está marcado. En nuestra caminata encontraremos cuerpos de otros astronautas que corrieron la misma suerte, así como bellos oasis vegetales que han surgido en el terreno de un planeta que por todo lo demás está bastante vacío.
La dura decisión de Orchids to Dusk
Sin embargo, hay una segunda opción además de caminar: no hacerlo. Es entonces cuando
Orchids to Dusk nos pone delante una difícil decisión que marca cuál de los dos finales del juego vamos a presenciar, ya que
permite que nos quitemos el casco acabando con nuestra vida en vez de utilizar los últimos minutos que nos quedan para pasear por este misterioso pero bello planeta. ¿Qué harías?
Con
unas mecánicas sencillísimas y un estilo artístico minimalista, Pol Clarissou (autor tanto de este juego como de otros geniales títulos como
NUTS) nos plantea una breve pero impactante reflexión que nos acompañará durante mucho tiempo. Puedes jugarlo todas las veces que quieras, pero el final siempre será el mismo independientemente del camino que elijas. Si quieres afrontar esta decisión, tienes
Orchids to Dusk gratis para PC en
itch.io.
