La Comisión Federal Marítima (FMC) de Estados Unidos emitió una investigación formal sobre la presunta prohibición de España a que los cargueros estadounidenses realicen escalas en sus puertos. Este proceso se centra en las denuncias de que España habría negado la entrada a buques de bandera estadounidense en al menos tres ocasiones durante el presente año.
Si se confirma que esta negativa está perjudicando el transporte marítimo y el comercio exterior, la FMC advirtió que podría imponer “importantes medidas correctivas”, incluidas multas de hasta 2,3 millones de dólares por viaje. Además, la FMC señaló que las sanciones incluirán la prohibición de que los buques extranjeros atraquen en los puertos de Estados Unidos.
"La comisión está preocupada de que esta aparente política de negar la entrada a ciertos buques creará condiciones desfavorables para el transporte en el comercio exterior", dijo el organismo el jueves en un aviso publicado en el Registro Federal.
PUEDES VER: Aviación de Israel bombardea instalaciones militares de Hezbollah pese al cese de alto al fuego
El 19 de noviembre, la Comisión Federal Marítima (FMC) de Estados Unidos fue informada de que España estaba bloqueando la entrada a puertos de varios buques, incluidos aquellos inscritos en el Programa de Seguridad Marítima de Estados Unidos. Este programa, diseñado para proteger a los barcos y sus propietarios, asegura que no se impongan restricciones "discriminatorias" a los buques.
Cabe indicar tras el rechazo del Gobierno de España, los barcos fueron desviados a puertos alternativos en Tánger (Marruecos) y Lisboa (Portugal). Desde el Ministerio de Exteriores español se destacó que esta decisión formaba parte de una política más amplia: ningún barco con material militar dirigido a Israel podrá hacer escala en puertos españoles.
La empresa Maersk, responsable de los buques involucrados, argumentó que la negativa se debía a un cambio discrecional en las políticas de España sobre la carga de carácter militar con destino u origen en Israel. Maersk sostuvo que, a pesar de que la carga transportada era legal, las autoridades españolas habían alterado sus criterios sin previo aviso.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta situación. Algunos países expresaron su apoyo a la postura de España, argumentando que la regulación del comercio de armas es esencial para la paz mundial. Sin embargo, otros advierten que la interferencia en el comercio de EE. UU. podría tener consecuencias graves para la estabilidad económica global.
La investigación de EE. UU. sobre la negativa de España a autorizar escalas de barcos armados con destino a Israel pone de relieve las complejidades del comercio internacional y las relaciones diplomáticas. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial observar cómo ambas naciones manejan esta situación y qué medidas se tomarán en el futuro.
