Tras la reciente polémica protagonizada por las principales aerolíneas y surgida en base al precio cobrado a sus clientes por el equipaje de mano, surge la pregunta de si realmente esta práctica es gratis o es legal cobrar un precio por una maleta de mano en la actualidad. En algunos casos, gestos como este emborronan la maravillosa experiencia que supone viajar en avión. Debido a su notoria comodidad y a factores como el tiempo y la capacidad de viajar, este transporte conforma uno de los más elegidos por los ciudadanos de a pie.
Si bien durante los últimos años su precio se ha vuelto algo elevado, el resto de acciones que complementan esta travesía favorecen la elección de dicho transporte. Asimismo, si lo comparamos con el resto de opciones encontramos puntos exclusivos que solo nos ofrece el avión con respecto a la competencia. El hecho de poder desplazarte entre naciones con tan solo unas horas de interludio supone una verdadera ventaja, por no hablar de dos ubicaciones recogidas en el mismo territorio nacional, cuestión de minutos. Por tanto, la compensación de su coste se efectúa con la suma de todos estos gestos.
Por el contrario, hay algo que sí supone un cambio diferencial en la factura por el hecho de que, en el imaginario popular, se ha extendido una creencia de que el equipaje de mano es gratuito. No obstante, a día de hoy se pone en duda la validez de esta afirmación y es que en realidad la respuesta no reside en un monosílabo si no en una serie de requisitos que su equipaje ha de cumplir. Es por eso necesario denunciar los ejercicios de abuso de las empresas que se cometan sobre sus clientes, siempre y cuando esta se encuentre fundamentada, para evitar que en un futuro se repliquen.
Las restricciones de estas medidas llegaron, sobre todo, por la parte de los líquidos permitidos. Bien es sabido por todos que en los aviones se sigue un control minucioso de estas sustancias por el peligro potencial de un explosivo. En este sentido, el Reglamento de Seguridad de la Aviación de la Unión Europea apunta que los viajeros no pueden portar aerosoles, líquidos y geles siempre y cuando estos superen los 100 mililitros. Para quien se pregunte el porque de esta acción, las máquinas de rayos X que tienen en todos los aeropuertos no diferencian este tipo de sustancias.
No obstante, en las estaciones con equipos de EDSCB, con capacidad para distinguir los líquidos, estaba permitido viajar con cantidades superiores a las estipuladas. Este punto es el que cambia ya que a partir de la fecha mencionada este acto deja de tener efecto y se equipara al del resto de aeropuertos. Por tanto, todos los líquidos que superen los 100 ml serán desechados antes de embarcar, sin diferenciación. Hay que aclarar que las autoridades han catalogado esta medida como "temporal".
Ciertamente no, aunque tiene varios matices. La Ley de Navegación Aérea establece que el equipaje de mano debe estar incluido en el precio del billete, lo que supone que no se puede cobrar un sobrecoste siempre y cuando se cumplan las medidas del avión. Cada aerolínea cuenta con sus propias condiciones por lo que se recomienda, antes de viajar, reconsiderar cuáles son las políticas de la empresa que hemos contratado. Por tanto, si en la factura te encuentras un precio extra sobre el del pasaje con motivo del equipaje de mano puede que la empresa esté actuando por detrás de los límites legales.