La Policía surcoreana abrió este jueves una investigación al presidente del país, Yoon Suk-yeol, ante las denuncias presentadas en su contra por haber cometido supuestamente traición al declarar el martes la ley marcial, que luego fue revocada.
La investigación fue asignada al equipo de investigación de Seguridad bajo la Oficina Nacional de Investigación de la Agencia Nacional de Policía, después de que se presentaran dos denuncias, según detalló un oficial del cuerpo en declaraciones a la agencia local Yonhap.
Una de las denuncias fue presentada por el partido opositor minoritario Rebuilding Korea Party, mientras que la otra lo fue por un grupo de 59 activistas.
Las denuncias acusan no sólo a Yoon, sino también al exministro de Defensa Kim Yong-hyun, al jefe del Estado Mayor del Ejército, general Park An-su, y al ministro del Interior, Lee Sang-min, de traición y otros cargos por su papel en la declaración y posterior levantamiento de la ley marcial.
El exministro de Defensa Kim Yong-hyun, cuya dimisión se hizo efectiva este jueves, ordenó a las tropas infiltrarse en la Asamblea Nacional y bloquear a los legisladores para que no entraran en el recinto tras decretarse el martes la ley marcial, explicó hoy el viceministro de Defensa, Kim Seon-ho.
También hoy, la principal formación opositora en Corea del Sur, el Partido Democrático (PD), anunció su intención de votar el sábado la moción para la destitución del presidente Yoon, por haber decretado la ley marcial el pasado martes con aparentes motivaciones políticas.
El anuncio llega después de que la moción, firmada por 191 parlamentarios opositores el jueves, fuera presentada ante la Asamblea Nacional poco después de la medianoche de hoy (15.00 GMT del miércoles).
Por otra parte, el general Park An-su, Jefe del Estado Mayor del Ejército de Corea del Sur, nombrado comandante de la ley marcial en un intento fallido del Presidente Yoon, ha presentado su dimisión ante el agravamiento de la crisis política.
Mientras tanto, trabajadores del operador ferroviario nacional en Corea del Sur iniciaron una huelga indefinida este jueves tras el fracaso de sus negociaciones salariales, en una nueva muestra del descontento entre sindicatos y Gobierno en un momento fuertemente marcado por la declaración de la ley marcial el pasado martes en el país asiático.
La huelga, que implica a los trabajadores de Korea Railroad (KORAIL), operador estatal, supone la primera desde septiembre de 2023 y afectará las operaciones de los servicios de metro en el área de la capital, los trenes de alta velocidad KTX y los servicios de trenes regulares en todo el país.
La compañía ha establecido transporte de emergencia para minimizar interrupciones en el tráfico, mientras que el Gobierno surcoreano también planea operar un grupo de trabajo con agencias relacionadas y gobiernos locales hasta que termine la huelga.
KORAIL y el sindicato no lograron llegar a un avance durante las conversaciones de último minuto celebradas este miércoles, pero el sindicato ha dicho que está listo para reanudar las conversaciones si la dirección cambia su rumbo.
Algunas líneas de tren y metro sufrieron retrasos y cancelaciones este jueves, como fue el caso de las líneas de metro 1, 3 y 4 en el área de la capital, así como los trenes de alta velocidad KTX y los trenes regulares.