AeroCaribe, propietaria de la avioneta Cessna 206 accidentada el pasado 26 de noviembre en los cerros de Escazú, en San José, informó que levantará los restos de la aeronave con ayuda de un helicóptero. En el sitio fallecieron cinco personas, el piloto, la copiloto y tres pasajeros y solo sobrevivió Paola Amador.
El anuncio del retiro trascendió este miércoles, poco después de que empezaran a circular fotografías de personas que acudieron al sitio para posar sobre la nave siniestrada y se conocieron tours “a la avioneta de Pico Blanco”, a ¢5.000 por persona.
AeroCaribe informó que el retiro de la aeronave TI-GER, fabricada en 1977, se hará con ayuda de un helicóptero de AeroDiva y con personal de la empresa de charters. “Debido a las condiciones del terreno donde se produjo el accidente y a que se deberá utilizar un helicóptero, lo que se está valorando y monitoreando en este momento son las condiciones del clima para determinar el momento idóneo para realizar la operación”, agregó.
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Por lo pronto, el Instituto Meteorológico Nacional confirmó que la influencia del empuje frío número 3 se mantendrá hasta este miércoles en el país. El mismo aumenta los vientos en el Valle Central y favorece los aguaceros, especialmente en la zona norte y el Caribe.
AeroCaribe Air Charter confirmó que la extracción ocurre después de que concluyó la dase de recolección de pruebas in situ, a cargo de la Unidad de Accidentes e Incidentes (UAI) de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC). La empresa concluyó que esta “en la mejor disposición” de colaborar con las autoridades aeronáuticas para esclarecer el accidente.
El lunes 26 de noviembre, la avioneta Cessna 206 TI-GER había partido desde Barra del Tortuguero, en Limón, con destino al aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, San José, el cual estaba cerrado por mal tiempo. Debido a eso, se desviaron al Juan Santamaría, en Alajuela, pero se perdió de los radares a las 12:30 p. m. Al momento de la emergencia, la zona estaba muy nublada.
En la emergencia murieron el piloto Mario Alberto Miranda Ramírez, de 40 años, y la copilota Ruth Pamela Mora Chavarría (26 años), así como los pasajeros Jean Franco Segura Prendas (28), Gabriela López Calleja Montealegre (64) y Enrique Arturo Castillo Incera (56). Los pasajeros se conocían entre sí pues todos laboran en turismo.
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