Los presupuestos autonómicos darán buena cuenta sobre el estado de las relaciones entre Vox y el PP. Son una nueva batalla en la que el partido de Santiago Abascal busca demostrar influencia sobre el PP. Y es por eso que ha condicionado el apoyo de sus diputados en cada comunidad a un posible acuerdo entre el PP y el Gobierno en materia de inmigración. Si este jueves, el PP en su reunión con Moncloa hay acuerdo, Vox no prestará sus votos.
Este martes, en Baleares, dieron buena cuenta de ello, al tumbar en ponencia el primer paso para aprobar los presupuestos autonómicos. Y la pasada semana, la imagen fue parecida, cuando en Burgos, un desencuentro sobre las subvenciones a las ONG de atención a migrantes implicó el rechazo a los presupuestos municipales del PP y la ruptura del acuerdo de Gobierno. Esta será la estela a seguir. "Si se incumplen los pactos y se vuelve a hacer será muy complicado un acuerdo con Vox", llegó a avisar este lunes el portavoz nacional, José Antonio Fúster.
Estos órdagos son encapsulados por parte del PP. En la dirección nacional no se da crédito a las posiciones de máximos de los de Abascal, e incluso se les reta a que lleven a término sus amenazas. Si es asi, explican en Génova, quienes tendrán que explicarlo ante sus votantes serán ellos. "Nadie vota a Vox para debilitar un espacio de centro derecha", analizan fuentes populares. Si siguen este camino en Vox, el PP cree que repercutirá de maenra clara. La conclusión, dicen, de los votantes será "no votar a Vox". Así, para el PP, Vox se "examina" en los Presupuestos.
Y es que, en el PP se desbloquea el recuerdo del caso Monasterio en la Comunidad de Madrid, para aventurar cuáles pueden ser las consecuencias de Vox si tumban los presupuestos de los territorios donde gobierna el PP. La entonces líder de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, tumbó los presupuestos de Isabel Díaz Ayuso en 2022. Acto seguido, en las elecciones autonómicas de mayo de 2023, el partido perdió tres diputados, pasando de 13 a 10. Una decena de diputados que con la mayoría absoluta de Ayuso, resultaron insignificantes en la Asamblea de Madrid. Consecuentemente, el partido perdió totalmente el tirón electoral en la Comunidad de Madrid.