El Ártico podría enfrentar su primer día sin hielo marino en el verano de 2027. Este evento, considerado un hito en el calentamiento global, podría alterar significativamente el clima y los ecosistemas a nivel mundial. Así lo advierte un estudio publicado el 3 de diciembre en la revista Nature Communications.
Un equipo de investigadores, liderado por la climatóloga Alexandra Jahn de la Universidad de Colorado en Boulder y Céline Heuzé de la Universidad de Gotemburgo en Suecia, utilizó modelos informáticos para predecir este cambio sin precedentes. Las proyecciones indican que el fenómeno ocurrirá incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero se reducen de manera drástica.
El hielo en el Ártico se derrite más rápido que nunca: Mínimos históricos
El hielo del Ártico desaparece a una velocidad alarmante, perdiendo más del 12% de su extensión cada década. Este septiembre, el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) reportó que el área mínima de hielo marino en 2023 fue de 4,28 millones de kilómetros cuadrados, una cifra significativamente inferior al promedio histórico de 6,85 millones entre 1979 y 1992.
Para que el Ártico se considere “libre de hielo”, la extensión debe ser inferior a 1 millón de kilómetros cuadrados. Los nuevos modelos sugieren que este escenario podría ocurrir durante tres a seis años consecutivos de eventos climáticos extremos, como otoños cálidos seguidos de inviernos y primaveras con temperaturas inusualmente altas.
El hielo marino refleja la radiación solar, y su desaparición permitirá que las aguas del océano absorban más calor, aumentando las temperaturas del Ártico y acelerando el calentamiento global. Además, este fenómeno podría desestabilizar patrones de viento y corrientes oceánicas, incrementando la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo.
Heuzé destacó que en marzo de 2022, temperaturas 10 °C por encima del promedio en áreas del Ártico demostraron que este tipo de anomalías ya están ocurriendo.
A pesar de este sombrío panorama, los expertos coinciden en que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero aún puede retrasar el cronograma para un Ártico sin hielo. Esto también disminuiría el tiempo que el océano permanecerá libre de hielo, ofreciendo una oportunidad para mitigar las peores consecuencias.
“Cada acción que tomemos para reducir las emisiones será clave para preservar el hielo marino”, aseguró Jahn.
Ártico registró el verano más caluroso de su historia en 2023
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