Corea del Sur está viviendo sus horas más tensas. El presidente, Yoon Suk Yeol, ha decretado este martes la ley marcial, por primera vez en el país desde 1980, para «erradicar las fuezas afines a Corea del Norte». El dirigente ha acusado a la oposición de «actividades contra el Estado» así como de actuar en beneficio del régimen de Corea del Norte. La orden llega poco después de que la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático (PD), que tiene mayoría en el Parlamento, aprobara por la vía rápida un proyecto de ley de presupuesto reducido y presentara mociones de destitución contra el jefe de la auditoría estatal y varios fiscales . Lee Jae-myung, líder del opositor Partido Democrático, ha afirmado que la declaración es inconstitucional y que «tanques, vehículos blindados de transporte de personal y soldados con armas y cuchillos gobernarán el país» La ley marcial tiene el objetivo de «proteger la democracia liberal de la amenaza de derrocamiento del régimen de la República de Corea por fuerzas antiestatales activas». Entre las medidas se encuentra la prohibición de toda actividad política, el Mando de la ley marcial controlará a todos los medios de comunicación y todo personal médico , incluidos sanitarios en prácticas o jubilados, deben acudir a su puesto de trabajo en un plazo de 48 horas. La ley contempla la detención de los infractores sin orden judicial de acuerdo con el artículo 9 y serán juzgados conforme el artículo 14 que castiga con penas de cárcel, trabajos comunitarios no superior a cinco años o con multas no superiores a 30 millones de wones.