Las restricciones impuestas por el Ayuntamiento de Sevilla para que los bares no pongan veladores durante la procesión de la Magna han provocado una agría polémica entre los hosteleros y el alcalde . Los primeros amenazan con cerrar durante el paso de las procesiones ya que consideran que no harán negocio si no pueden poner veladores. De hecho ya están recibiendo las primeras cancelaciones de reservas para esos días señalados de las procesiones. El alcalde, José Luis Sanz, ha pedido «responsabilidad» a los hosteleros ante la inminencia de un «acontecimiento histórico» que, según dicen, será similar a la Feria de Sevilla y en el que se moverán un millón de personas por la calle. Después de que la Asociación de...
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