El sevillismo disfrutó ante
Osasuna del regreso de uno de sus mejores jugadores.
Saúl Ñíguez, después de más de dos meses fuera por una lesión muscular, jugó sus primeros minutos tras recuperarse y dejó muestras de su calidad. Cuando sólo llevaba 8 minutos en el campo se inventó un pase de cine a
Lukébakio que fue el gol del empate y su entrada en el campo coincidió con los mejores minutos de juego del
Sevilla.
Seguir leyendo...