La polémica está servida:
Mbappé renunció a tirar el
penalti contra el
Getafe tras haber fallado solo cuatro días antes un lanzamiento desde los once metros en la visita del
Real Madrid a
Anfield. El fallo, además, vino acompañado de un
partido muy flojo del delantero francés. Impreciso y apático, nunca encontró la fluidez en el juego que se espera de él, y eso que ahora,
desde que Vinicius cayó lesionado, está ocupando la banda izquierda, su posición predilecta.
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