El presidente Emmanuel Macron y el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman han firmado una asociación estratégica destinada a profundizar los lazos bilaterales y reducir la escalada del conflicto en Oriente Próximo, incluido el Líbano, donde sendos líderes pidieron elecciones presidenciales. El líder francés viajó a Arabia Saudita este lunes para una visita de Estado de tres días justo cuando una crisis política amenaza con derrocar al Gobierno francés. Después de una reunión con el príncipe Mohammed bin Salman , el gobernante de facto del reino del Golfo rico en petróleo, la oficina de Macron anunció la firma de una nueva asociación destinada a mejorar la cooperación en «defensa, transición energética, cultura, movilidad entre los dos países». Los dos líderes también «acordaron hacer todo lo posible para contribuir a la desescalada en la región», incluida la ayuda para consolidar el frágil alto el fuego entre Israel y el Líbano. «Juntos, pidieron la celebración de elecciones presidenciales en el Líbano con el objetivo de unir al pueblo libanés y llevar a cabo las reformas necesarias para la estabilidad y la seguridad del país», ha dicho el comunicado de la oficina de Macron. Macron aterrizó en la capital saudí, Riad, por la tarde, donde fue recibido por una guardia de honor de militares con espadas en la mano y cañonazos de celebración al desembarcar de su avión. No hizo comentarios sobre la situación política en Francia a su llegada. La visita de Macron comenzó cuando el Gobierno minoritario de Francia, que lleva menos de tres meses en el poder, se enfrenta a la perspectiva de ser expulsado por una moción de censura en los próximos días. El partido de extrema derecha Agrupación Nacional dijo que votaría para derrocar al gobierno de Michel Barnier después de que el primer ministro utilizara una herramienta ejecutiva para sacar adelante un proyecto de ley de presupuesto de seguridad social sin la aprobación parlamentaria. También se espera que el ala de izquierda respalde la moción, que previsiblemente se celebrará este miércoles. Si tiene éxito, derrocaría al Gobierno que designó el mismo Macron en septiembre después de elecciones anticipadas. La estancia de tres días del presidente francés también coincide con un estallido de violencia en Siria, donde los rebeldes antigubernamentales han tomado Alepo, la segunda ciudad más grande del país. Los combates en Siria se producen después de que Francia mediara en un alto el fuego en el vecino Líbano, donde Israel ha estado luchando contra el Hizbolá, un grupo aliado de Irán. La visita de Estado de Macron es la primera de un presidente francés a Arabia Saudita desde Jacques Chirac en 2006, consolidando lo que la presidencia llama una «relación muy estrecha». En 2021, Macron se convirtió en uno de los primeros líderes occidentales en reunirse con el príncipe Mohammed bin Salman en Arabia Saudita después del asesinato en 2018 del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de Riad en Estambul. Sendos líderes verán cómo «trabajan juntos» en los conflictos que sacuden la región, con el Líbano en el «centro de las discusiones», ha dicho la presidencia francesa en un comunicado anterior. Macron espera el apoyo saudí para el ejército libanés, que se está desplegando hacia la frontera con Israel en virtud del alto el fuego, pero está mal armado y entrenado. También intentará obtener la ayuda saudí para revertir la desintegración política que ha hundido al Gobierno y la economía del Líbano en la catástrofe. París y Riad también piden un alto el fuego en la guerra de Gaza y un «resultado político» basado en la solución de dos Estados, israelí y palestino separados. Arabia Saudita, hogar de los lugares más sagrados del Islam, ha pausado las discusiones con Washington sobre el posible reconocimiento de Israel a cambio de una seguridad más profunda y vínculos bilaterales con Estados Unidos.En septiembre, el príncipe heredero endureció su posición, insistiendo en que Arabia Saudita no establecería vínculos con Israel antes de la creación de un estado palestino. Macron está acompañado por unos 50 altos funcionarios de las principales empresas francesas, incluidas TotalEnergies, EDF y Veolia, así como empresas emergentes de inteligencia artificial y física cuántica. Francia y Arabia Saudita tienen como objetivo «fortalecer significativamente» sus vínculos económicos hasta «la altura de nuestra ambición compartida», ha dicho la presidencia. También se están llevando a cabo conversaciones para que Arabia Saudita adquiera aviones de combate Rafale de fabricación francesa, aunque no se espera ningún anuncio durante la visita, según una fuente cercana al asunto.