En un nuevo despliegue de solidaridad con Ucrania, Estados Unidos anunció este lunes un paquete de ayuda militar valorado en 725 millones de dólares. Este envío, que incluye un amplio paquete de armamento, tiene como objetivo fortalecer la capacidad de defensa de Kiev frente a la agresión rusa. La ayuda militar, que será entregada hasta mediados de enero, incluye municiones para los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS), munición de 155 y 105 milímetros, drones, misiles antitanque TOW y misiles portátiles Javelin, así como equipo y munición de demolición, misiles tierra-aire Stinger y material para proteger infraestructura nacional crítica.
El misil antitanque Javelin de fabricación estadounidense se convirtió desde el inicio de la guerra en 2022 en un icono de la ayuda occidental a Ucrania. Este sistema de lanzamiento puede alcanzar objetivos a 4 kilómetros de distancia tomando una trayectoria vertical que aumenta su eficacia contra los blindados rusos. Por su parte, el Stinger es un misil norteamericano de unos 16 kilos de peso y 1,5 metros de longitud que se monta sobre el hombro y utiliza un sensor infrarrojo para seguir a un avión por el calor. El proyectil viaja al doble de la velocidad del sonido y es efectivo contra objetivos a baja altitud, aunque no alcanza aviones que viajen a gran velocidad.
No está claro si las municiones para el HIMARS que enviará EEUU son los codiciadas ATACMS, el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército, pero Ucrania ha estado presionando para que se utilicen más misiles de largo alcance para atacar objetivos adicionales dentro de Rusia. Destaca la inclusión de minas antipersona, una medida excepcional aprobada por la administración Biden para ayudar a Ucrania a estabilizar sus líneas del frente.
El suministro de minas terrestres a Ucrania ha sido condenado por grupos de derechos humanos debido a la naturaleza indiscriminada de esas armas. Las minas terrestres antitanque no pueden distinguir entre un tanque enemigo y un automóvil civil que pasa por encima de ellas, de la misma manera que las minas antipersonas más pequeñas no pueden distinguir si son activadas por un soldado enemigo o por un civil.
La Casa Blanca autorizó el envío de minas terrestres a Ucrania en septiembre de 2023, informa The New York Times. Inicialmente proporcionó 1.000 proyectiles de artillería de 155 milímetros llamados RAAMS (Remote Anti-Armor Mine System), que se disparan desde obuses y dispersan pequeñas minas para destruir tanques enemigos.
El secretario de Estado, Antony Blinken, subrayó la unidad de Estados Unidos y más de 50 países en su compromiso de apoyar a Ucrania. Por su parte, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, condenó los recientes ataques rusos contra infraestructuras civiles y el uso de misiles balísticos, calificándolos de "escalada" en el conflicto.
La Casa Blanca también anunció ajustes en las restricciones sobre el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania, en respuesta a la entrada de soldados norcoreanos en el conflicto. Además, se han impuesto nuevas sanciones al sector financiero ruso para debilitar su capacidad de financiar la guerra.
Este nuevo paquete de apoyo llega en medio de inquietantes preocupaciones en Ucrania de que la administración entrante de Donald Trump podría cortar la ayuda militar al país. El republicano ha prometido poner fin a la guerra rápidamente, aunque no ha dicho cómo. Pero el vicepresidente electo, JD Vance, ha esbozado un plan que permitiría a Rusia conservar el territorio ucraniano que ha conquistado.
