Este pasado fin de semana la
Premier League quiso volver a hacer campaña en favor de la causa LGTBI+ y todos los capitanes de todos los equipos de la máxima categoría del fútbol inglés (20) lucieron el brazalete del arcoíris en sus brazos. Todos menos uno: el capitán del
Ipswich Town Sam Morsy. El egipcio, musulmán practicante, se negó a ponérselo por motivos religiosos durante el partido ante el Nottingham Forest.
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