Las quejas entre miembros de las Fuerzas Armadas por el material que adquieren el Ministerio de Defensa, y los ejércitos y la Armada, son habituales en los últimos años. Esos lamentos se han convertido en aplausos, y también ciertas expresiones de envidia, al ver cómo van equipados los infantes de Marina que han desplegado en Rumanía.
España ha enviado a ese país del flanco este de la OTAN más de 200 efectivos de la Brigada de Infantería de Marina Tercio de Armada, con cerca de 40 vehículos. Se han integrado en el Batallón Multinacional de la OTAN, junto con militares de Francia, Bélgica, Luxemburgo y la propia Rumanía.
Confidencial Digital ha comprobado que un vídeo reciente del Estado Mayor de la Defensa, que muestra cómo se adiestran en Rumanía los infantes de Marina, ha sido muy comentado por militares, sorprendidos positivamente por el material de dotación con el que van equipados.
El Estado Mayor de la Defensa difundió hace unos días un vídeo en el que muestra cómo “militares españoles desplegados en la misión Aigle [el despliegue de la OTAN en Rumanía] realizan ejercicios tácticos de limpieza de trincheras. La coordinación y el adiestramiento son esenciales para la protección y seguridad del flanco este”.
Militares españoles desplegados en @missionaigle ???????? realizan ejercicios tácticos de limpieza de trincheras. La coordinación y el adiestramiento son esenciales para la protección y seguridad del flanco este. @NATO @Armada_esp #MOPS pic.twitter.com/Y6TRDimH0t
— Estado Mayor Defensa ???????? (@EMADmde) November 29, 2024
En el vídeo, de buena calidad, se ve a un grupo de unos siete infantes de Marina españoles caminar por un terreno nevado, cercado con alambre de espino, y después introducirse en unas trincheras construidas con sacos terreros, parapetos, redes miméticas...
El hecho de que el ejercicio consistiera en una limpieza de trincheras ya es algo destacable, ya que la guerra en Ucrania por la invasión rusa se ha convertido en parte en una guerra de trincheras, que se compara al frente occidental de la Primera Guerra Mundial.
Pero lo que más ha sido comentado por militares españoles es cómo van equipados los infantes de Marina destacados en Rumanía.
En Twitter, pero también en Instagram, militares y expertos en asuntos de Defensa han valorado el material con el que han desplegado en esta misión de la OTAN los miembros del Tercio de Armada.
“Con el equipo que tienen, parecen un ejército de un país desarrollado”, comentaba un militar, comparándolo con el material que tienen en el Ejército de Tierra, como los chalecos antibala.
No sólo el vídeo, sino también otras fotos que han circulado de la misión en Rumanía han servido para que militares, algunos con cierta envidia, aplaudan el equipo de los infantes de Marina.
Hay que señalar que el material que se ve en el vídeo no es del todo novedoso. Desde hace tiempo se conocen compras de armamento y elementos de protección para la Infantería de Marina, que suponen avances muy celebrados por los militares, pero también anhelados para quienes pertenecen, sobre todo, al Ejército de Tierra.
Uno de los elementos que ha llamado la atención es que todos los militares que aparecen en el vídeo llevan cascos de corte alto. Esto supone que no tapan las orejas, sino que las bordean, combinando protección y comodidad.
Los cascos más extendidos en el Ejército de Tierra, pero también en otras unidades de la Armada, no son de corte alto. Reciben numerosas críticas entre militares, que consideran que las Fuerzas Armadas españolas se han quedado anticuadas y no han incorporado modelos más modernos y cómodos.
Tierra ya ha probado cascos de este tipo, para extenderlos más allá del Mando de Operaciones Especiales (MOE), donde ya se usaban.
Mientras que los cascos más antiguos se ven en las fotos de otras misiones en el exterior (por ejemplo, en Irak, en Líbano...), de las imágenes que circulan del despliegue en Rumanía destacan nuevos cascos, que algunos conocedores del material militar apuntan que son de la empresa Fedur.
Los chalecos de protección balística son especialmente objeto de las críticas en redes sociales por parte de los militares españoles.
Precisamente publicaciones anteriores del Estado Mayor de la Defensa recibieron un alud de ataques por mostrar a soldados desplegados en el extranjero con chalecos deformados, del lote que tantos problemas y críticas provocó en el Ejército de Tierra.
Sin embargo, en este caso los infantes de Marina van equipados con chalecos de protección balística tipo portaplacas, también reclamados por un buen número de militares que considera desfasado e incómodo el material de dotación de gran parte de las Fuerzas Armadas españolas.
Van complementados con portacargadores con sistema de cierre de goma elástica.
Otro elemento a destacar con los fusiles. El fusil más extendido en las Fuerzas Armadas es el Heckler & Koch HK G36.
Sin embargo, la Armada lleva tiempo comprando para la Infantería de Marina otro modelo de arma larga, el HK416, que entre otras diferencias, es más corto que el HK G36.
Los militares desplegados por la Brigada de Infantería de Marina Tercio de Armada en Rumanía aparecen en las imágenes con HK416, en muchos casos con distintos complementos, como visores de punto rojo, que también son anhelados por no pocos militares.
En el vídeo del ejercicio de limpieza de trincheras incluso se ve cómo uno de los infantes de Marina lanza al aire un dron, se entiende que para que les envíe imágenes de la situación adelantada de las trincheras, y saber con qué fuerzas enemigas se van a encontrar al avanzar.
Todos estos elementos, la propia edición del vídeo, muy cuidada y dinámica, y que en esta ocasión no se han señalado fallos graves en los movimientos de los militares, han provocado que las imágenes causen sorpresa, pero en esta ocasión una sorpresa positiva.
Muchas de las mejoras en el material que muestran las imágenes del despliegue en Rumanía van en la línea de solventar algunas de las críticas más duras que en los últimos años han hecho contra el equipamiento de dotación no sólo soldados o canales “cañeros”, hartos de las reglas estrictas sobre uniformidad y de la falta de renovación del material.
Hasta un general de brigada del Ejército de Tierra escribió un informe, tras mandar un despliegue en el exterior, con propuestas de mejora “para de este modo responder a las exigencias operativas de las distintas ZO [Zonas de Operaciones]”.
Tras analizar tanto el material de los militares españoles, como el que utilizan los efectivos de otros ejércitos aliados, concluyó que la situación de algunos elementos del equipo que portan los efectivos españoles “impacta en la operatividad de las unidades y en muchos casos en la imagen de preparación y profesionalidad que el Ejército de Tierra y las Fuerzas Armadas transmiten”.
Los cascos, los chalecos, los portacargadores, las fundas de pistola, las botas, los botiquines individuales, hasta el patrón pixelado de los uniformes se citaban en ese informe que el general elevó a la cadena de mando, para sugerir cambios en el material que se les entregaba a los militares.
