Vedat Muriqi, el delantero actual del RCD Mallorca y uno de los jugadores más sobresalientes de LaLiga, ha seguido una trayectoria excepcional desde su niñez en Kosovo hasta transformarse en un pilar fundamental del fútbol europeo. No obstante, tras este logro se halla una historia familiar caracterizada por la guerra, la perseverancia y el respaldo incondicional de sus padres, quienes jugaron un papel fundamental en su crecimiento como individuo y atleta.
El padre de Vedat Muriqi fue un individuo que impactó profundamente a su descendiente, tanto por su muestra de resistencia durante los arduos años de la Guerra de los Balcanes como por los principios que le inculcó. Como numerosos hombres de su generación en Kosovo, tuvo que afrontar los retos de sostener a su familia en periodos de gran incertidumbre y riesgo. En los años de conflicto, no solo se encargó de las necesidades fundamentales de su casa, sino que también tomó riesgos para asegurar un futuro más prometedor para sus hijos.
Fue él quien incorporó a Vedat al universo del fútbol, llevándolo a encuentros con amigos. A pesar de que su actividad deportiva era de carácter recreativo, este vínculo inicial fue suficiente para que el joven Vedat descubriera su entusiasmo. No obstante, la influencia más relevante del padre de Muriqi no se situó en el terreno de juego, sino en cómo afrontó la adversidad. Su tenacidad y su predisposición a hacer sacrificios dejaron una marca indeleble en el delantero, forjando su carácter resolutivo y tenaz.
La figura de Bledina, la madre de Vedat, fue la que verdaderamente impulsó la carrera de su hijo, desempeñando un papel crucial en su evolución como futbolista. En los años más complicados, no solo se ocupó de las tareas cotidianas del hogar, sino que también se transformó en un tipo de "gerente" para Vedat, acompañándolo en los entrenamientos y respaldándolo en cada fase de su carrera.
Su resolución quedó particularmente evidente cuando aceptó que Vedat abandonara la escuela a los 15 años para enfocarse en el trabajo y la formación. Aunque otros podrían haber reflexionado sobre la elección, ella depositó total confianza en las capacidades de su hijo. Fue una de las escasas mujeres que se encontraba habitualmente en las prácticas de fútbol del Liria Prizren, el equipo en el que Vedat dio sus primeros pasos en el ámbito deportivo. A pesar de que otros parientes, como su tío, rechazaban esta apuesta por el fútbol, Bledina mantuvo su respaldo inalterable, segura de que su hijo tenía un futuro prometedor en este campo.
El impacto de los padres de Vedat Muriqi no se restringió a su niñez, sino que se prolongó a lo largo de toda su trayectoria profesional. Su madre, especialmente, desempeñó un papel crucial en las fases más difíciles de su vida, como su viaje a Turquía y su posterior viaje por Italia, donde atravesó etapas de incertidumbre y problemas laborales.
El modelo de perseverancia y el respaldo continuo de sus padres le enseñaron a apreciar lo que posee y a afrontar los retos con resolución. Pese a los problemas económicos y emocionales que caracterizaron su juventud, estos principios facilitaron que Vedat se desarrollara como un individuo con un carácter sólido y una actitud de victoria, algo que aún se manifiesta en su rendimiento en el campo.
