Hay casas de lujo impresionantes, como el tríplex de Nueva York con las mejores vistas del mundo que cuesta 51 millones de euros o, mucho más cerca, este lujoso piso con vistas al Parque del Retiro que tiene un precio de 5,5 millones de euros. Otras son un poco más de lo mismo, como la nueva mansión de Ilia Topuria , que se parece a la de Álvaro Morata en Madrid y a otras tantas viviendas unifamiliares de las residencias más exclusivas de España. Pero hay casas de lujo que directamente parecen hechas por inteligencia artificial, como es el caso de este ático de estilo italiano ubicado en una azotea de uno de los edificios más elegantes y con mejores vista al lago Michigan de todo Chicago. La casa en cuestión, que parece una mansión unifamiliar de otro tiempo, es puro lujo en sí misma, como te vamos a mostrar en esta pieza, pero lo que la convierte en una vivienda singular es su concepto, su ubicación: pocos áticos en el mundo pueden presumir de tener un jardín exterior con las mejores vistas de una ciudad de la talla de Chicago. Juzga tú mismo viendo la imagen que tienen sus propietarios cuando salen desde el interior de la vivienda al citado jardín. Parece irreal. La casa en cuestión se ha convertido en los últimos años en una de las más icónicas de todo Estados Unidos, no solo de Chicago. El motivo es que es una vivienda que durante muchos años fue desconocida. Y eso no es habitual en el sector inmobiliario de lujo. Pese a que data de 1929, año en el que se levantó este bonito edificio al borde del lago Michigan , no fue hasta 2020 cuando se viralizó, tanto su exterior ajardinado como su barroco interior, cuando se puso a la venta por tercera vez desde que se estrenó hace casi un siglo. Tal y como contó entonces The Wall Street Journal, el ático salió a la venta por unos 20 millones de euros , aunque en años posteriores su precio se actualizó a la baja. En cualquier caso, millón de euros arriba o millón de euros abajo, no hay duda de que se trata de una de las casas de lujo más singulares del mundo. En la línea, aunque su diseño sea completamente distinto, al ático más caro del mundo , ubicado en Montecarlo, que tiene una gran piscina con tobogán en su exterior. Nada se parece, salvo en que ambas son áticos de superlujo, la vivienda ubicada en lo alto del 1500 de Lake Shore Drive , una torre que alberga otros 56 apartamentos de lujo que fue construida por el estudio de arquitectura McNally & Quinn en colaboración con Rosario Candela. Candela, por cierto, es uno de los arquitectos con más impacto en la concepción del Manhattan de la época, y este de Chicago es uno de los pocos edificios en cuyo diseño participó fuera de la ciudad de los rascacielos. Las terrazas en pisos altos son una de las señas de identidad de su obra. Para la joya del edificio, el ático, Candela y el citado estudio de arquitectura diseñaron un apartamento de estilo italiano con seis dormitorios y otros tantos baños . Todo ello, junto a una gran sala de estar con chimenea y demás equipamientos, como la cocina, distribuido en una superficie de de 743 metros cuadrados que abraza una terraza ajardinada rectangular de alrededor de 400 metros cuadrados más. El espacio habilitado en la cornisa del edificio cuenta con una logia (balcón) y está decorado con bancos de piedra y hasta una fuente ornamental. Un ascensor sube directamente a la galería de entrada de la vivienda de lujo, que cuenta con techos abovedados pintados con frescos , de ahí que uno de los pocos propietarios que ha tenido el ático en sus casi 100 años de vida —otro fue el financiero George Woodruff—, el empresario Michael Wilkie, que la adquirió en 1975, dijo, quizá exagerando un poco, que «te sientes como si estuvieras en la Capilla Sixtina»... Los techos altos son también protagonistas en espacios comunes de la casa como la biblioteca, ubicada en el segundo nivel de la casa, que tiene una distribución en duplex a la que se suma un tercer nivel parcial con otra sala de estar. Para llegar a esta parte de la vivienda, desde el hall de entrada, hay que caminar por un pasillo de doce metros de largo acabado con paneles de nogal, que desemboca en la impresionante sala de estar principal, dominada por la chimenea de la casa. Así es esta joya arquitectónica única que durante años estuvo oculta en la azotea de un edificio de Chicago revestido de piedra caliza que cuenta con servicios exclusivos. Algunos propios del año en el que se construyó, como su cochera privada o el jardín inglés interior, y otros propios de los tiempos que corren, como es el caso de una sala fitness totalmente equipada y en perfecto estado de mantenimiento gracias a que cuenta con personal las 24 horas del día. Esto último se sabe porque el edificio, como ocurre con otras comunidades de vecinos que habitan espacios emblemáticos como el edificio Torres Blancas de Madrid , tiene su propia página web oficial. Es a través de esta fuente directa por lo que podemos afirmar que el edificio es casi tan lujoso como el ático que lo corona , ya que sus vestíbulos cuentan con carpintería original, y también se conservan los suelos de mármol y el bronce en los umbrales y las puertas de los ascensores. Estos, además, aunque se han actualizado mecánicamente, conservan los controles manuales originales. Por todo ello se trata, como los propios propietarios presumen, de « uno de los edificios más prestigiosos de Chicago ». Un edificio del que ahora conoces el que era su secreto mejor guardado, el increíble ático de lujo levantado en su azotea y la terraza ajardinada sobre cornisa con unas vistas de ensueño.