Hace mucho que el videojuego superó la condición de mero entretenimiento infantil para convertirse en algo más. A día de hoy, su industria mueve en España más del doble de dinero que la música grabada y el cine juntos , y los títulos que llenan los estantes de las tiendas comienzan a ser considerados productos culturales, dignos hasta de ser expuestos y observados con admiración. Igual que ocurre con una escultura o una pintura. Y precisamente eso es lo que va a comenzar a ocurrir a escasos pasos de la Plaza de Callao el próximo 4 de diciembre, fecha de apertura del OXO Museo del Videojuego de Madrid , el primero en llegar de forma permanente a la capital de España. «La intención que tenemos es la de poner en valor al videojuego a todos los niveles. Para nosotros es el décimo arte», explica a ABC Javier Ramos, director del Museo OXO, centro que ya contaba con una primera sede en Málaga abierta en 2023. Actualmente es el tercer museo más visitado de la localidad andaluza, solo por detrás del Pablo Picasso y del Thyssen, con 130.000 asistentes en su primer año de vida. La sede madrileña del OXO propone al visitante un paseo por los más de setenta años de historia del videojuego hasta llegar a la actualidad. Y prácticamente todo lo que hay en las dos plantas que lo componen, «el 95%», según explica Ramos, se puede tocar y está a disposición del usuario para que eche una partida. Entre las piezas más antiguas llama la atención, por ejemplo, un pequeño ordenador analógico en el que corre 'Tennis for Two', obra pionera que data de 1952. También hay un prototipo perfectamente funcional del 'Pong' (1972), propuesta en la que dos usuarios compiten en una partida de ping pong virtual. Evidentemente, en el recorrido hay hueco para los microordenadores, como los Commodore y los Amstrad, con los que el videojuego comenzó a despuntar como una opción de ocio válida para los jóvenes de la década de los ochenta. Aunque no fue hasta los noventa, con las consolas de marcas Nintendo y Sega ya en el mercado, cuando el fenómeno terminó de estallar. Los títulos se volvieron más profundos a nivel narrativo y los gráficos comenzaron a mejorar a pasos agigantados. Todas estas máquinas, como las Dreamcast, PlayStation 2 o Xbox, que llegaron después, están listas en el museo para ser disfrutadas por el usuario. Cada una en el televisor que corresponde; porque a una consola NES de Nintendo no le sienta igual una pantalla de su época, finales de los ochenta, que en un panel 8K de última generación de los que se venden ahora. «Intentamos hacer un recorrido con los videojuegos más importantes de la historia. Evidentemente no nos caben todos, porque son muchos, pero pueden ir rotando con el tiempo. El Museo OXO lo que aspira es a ser un entorno vivo que va cambiando con el tiempo. Tenemos una colección muy grande», dice Ramos, que adelanta que «hay muchas piezas únicas» que ya vienen de camino desde el extranjero y que, próximamente, serán expuestas. El OXO madrileño cuenta con una sala para exposiciones temporales que, en el momento de su apertura, está dedicado a hacer un recorrido por los 30 años de historia de PlayStation. Ahí el usuario, además de encontrar todas las máquinas y accesorios de la firma japonesa, podrá jugar a videojuegos tan importantes como 'Spyro the dragon', 'Shadow of the Colossus' o ' Astro Bot ', obra que acaba de aterrizar en PS5. «Celebramos muy orgullosos este aniversario con esta exposición. Nuestra comunidad no deja de crecer y a día de hoy tenemos más de 116 millones de jugadores activos al mes», señala a este diario Cristina Infante, responsable de marketing de PlayStation en España.