El Consejero Delegado de Intel , Pat Gelsinger, se ha visto obligado a abandonar el cargo menos de cuatro años después de tomar el timón de la compañía . Gelsinger, que dimitió el 1 de diciembre, se marchó tras una reunión del consejo celebrada la semana pasada en la que los consejeros consideraron que su costoso y ambicioso para dar un giro a la compañía no estaba funcionando y que el progreso del cambio no era lo suficientemente rápido. El consejo dijo a Gelsinger que podía retirarse o ser destituido, y él optó por dimitir. Su marcha se produce mucho antes de que concluya su hoja de ruta de cuatro años para devolver a la empresa el liderazgo en la fabricación de los chips informáticos más rápidos y pequeños, una corona que perdió en favor de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co, que fabrica chips para rivales de Intel como Nvidia. La compañía ha nombrado a David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus, como co-consejeros delegados interinos mientras la junta directiva lleva a cabo una búsqueda de un nuevo CEO. Zinsner se desempeña hasta ahora como vicepresidente ejecutivo y director financiero, mientras que Holthaus ha sido designado para el puesto recién creado de consejero delegado de Intel Products, un grupo que abarca el Grupo de Computación de Clientes (CCG), el Grupo de Centros de Datos e Inteligencia Artificial (DCAI) y el Grupo de Redes y Perímetro (NEX) de la empresa. Asimismo, Frank Yeary, presidente independiente de la junta directiva de Intel, se convertirá en presidente ejecutivo interino durante el período de transición, mientras que la estructura de liderazgo de Intel Foundry permanece sin cambios. De este modo, la junta de Intel ha formado un comité de búsqueda y trabajará diligente y rápidamente para encontrar un sucesor permanente de Gelsinger. «Pat pasó sus años de formación en Intel, luego regresó en un momento crítico para la empresa en 2021», ha destacado Yeary, para quien Gelsinger ayudó a lanzar y revitalizar la fabricación de procesos invirtiendo en la fabricación de semiconductores de última generación. «Si bien hemos logrado un progreso significativo en la recuperación de la competitividad de la fabricación y la creación de las capacidades para ser una fundición de clase mundial, sabemos que tenemos mucho más trabajo por hacer en la empresa y estamos comprometidos a restaurar la confianza de los inversores», concluyó.