La ausencia del secretario provincial del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, de la papeleta que se votó en el congreso de Sevilla para el comité federal fue uno de los gestos más simbólicos del reciente congreso de Sevilla. Su exclusión del listado fue entendido como un gesto desde Ferraz, en coordinación con el PSOE-A, en respuesta a sus manifestaciones críticas con la dirección regional de Juan Espadas. Sin embargo, en un congreso marcado en el caso de la federación andaluza por los sobresaltos, los vaivenes y un cierto desconcierto, se ha sumado en la tarde del lunes un nuevo elemento: el propio Juan Carlos Ruiz Boix ha comunicado en redes sociales su incorporación al comité federal. « Gracias a nuestro secretario general Pedro Sánche z y al secretario de Organización Santos Cerdán por elegirme miembro del Comité Federal. Renovamos la presencia en este órgano los próximos cuatro años para defender el mejor proyecto para nuestro país y nuestra tierra, Andalucía», explicó en sus redes sociales. La realidad no obstante es que e n la papeleta que se votó no figura su nombre . Y sin embargo sí están otros secretarios provinciales como los de Jaén, Málaga o Córdoba. La agrupación de Cádiz vive su propia crisis dentro de la crisis que afronta el PSOE andaluz y que se debe despejar en el próximo congreso convocado en el mes de febrero. El partido está dividido . Por un lado, el alcalde de San Roque y ex presidente de Diputación, y por otro lado varias corrientes críticas que aúnan diferentes sensibilidades. Esto tiene su reflejo en el propio reparto de poderes de cara al Congreso regional. El secretario general del PSOE de Cádiz se ha convertido en uno de los referentes del sector crítico a Juan Espadas, mientras que a favor del actual secretario general y en su contra se han posicionado entre otros la expresidenta de Diputación Irene García, o los alcaldes de Rota (Javier Ruiz) y Chiclana (José María Román) . El resto de federaciones también arrastran sus propias divisiones que se reflejan en las posiciones que se manifiestan a nivel regional. Así está ocurriendo por ejemplo en Córdoba, en torno a la secretaria provincial Rafaela Crespín, o en Huelva, donde hay voces críticas como Mario Jiménez y otras contrarias al que fuera portavoz parlamentario que abogan por Juan Espadas.