Después de un fin de semana congresual en Sevilla, Pedro Sánchez ha reunido este lunes por primera vez en Ferraz a su nueva Comisión Ejecutiva Federal tras el 41º Congreso. Una nueva dirección, con -prácticamente- las mismas caras y lastrada por los fantasmas del pasado. El cónclave fue un ejercicio de blindaje. Del partido hacia Sánchez, por los ataques externos que recibe, y del presidente a su núcleo duro para no trasladar sensación de debilidad. En puestos clave se mantienen María Jesús Montero y Santos Cerdán y se incorpora a la actual delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, como "número cuatro" en reconocimiento por su papel en la DANA.
Pese a la bunkerización de este fin de semana en Sevilla, sigue haciendo frío fuera del microclima socialista. Los frentes judiciales siguen ahí, no se han movido y si acaso han avanzado un paso más con la citación el próximo 12 de diciembre para que declare José Luis Ábalos. Las consecuencias de esa declaración están todavía por determinar, pero pueden suponer un torpedo a la línea de flotación de la estrategia socialista, que ha soltado amarras con quien fuera todopoderoso ministro y secretario de Organización del partido.
Otra derivada es la que afecta al fiscal general del Estado y las filtraciones de los correos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso que acabaron en el móvil de Juan Lobato. En el PSOE ya dan por hecho que acabará imputada Pilar Sánchez Acera, la que fuera jefa de Gabinete de Óscar López, por el envío de ese correo al ex secretario general de los socialistas madrileños para que lo utilizara contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. Hay voces en el partido que ven a López, llamado a sucederle al frente de la federación madrileña, "manchado" por la polémica y recelan de los datos que puedan encontrarse en un eventual volcado del móvil de Sánchez Acera.
También en el horizonte está la rama Víctor de Aldama y las pruebas que dice tener para acabar de cercar al presidente del Gobierno y su entorno. Sánchez ha pedido hoy a los suyos, a puerta cerrada, que aprieten los dientes y se activen de cara a 2027 y los retos que hay que afrontar a corto plazo, entre ellos, en clave territorial, donde comenzarán a disputarse ahora las pugnas por el liderazgo. Sánchez ha diseñado una Ejecutiva socialista con representación de todas las federaciones autonómicas, aunque las agrupaciones socialistas de Madrid, Andalucía y Castilla y León son las que han conseguido añadir más miembros en la nueva dirección, por encima de los cinco integrantes.
