La presidenta de la Comunidad de Madrid sostiene que los socialistas se comportan como "si fueran ciudadanos norcoreanos que no conocen lo que hay al otro lado del muro"
La pareja de Ayuso pagó 6.500 euros por el renting de un BMW a nombre de la esposa de su jefe en Quirón
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha cargado contra el Gobierno de Pedro Sánchez al que acusa de “orquestar” una “operación de Estado” para intentar destruirla. Así se ha referido a la supuesta filtración del correo que envió su pareja, Alberto González Amador, a la Fiscalía reconociendo su doble fraude fiscal. En esa misma línea, ha asegurado que todos los miembros del Consejo de Ministros, entre ellos, Óscar López y su asesora Pilar Sánchez Acera, han “troceado una inspección fiscal de manera fraudulenta” para hacer pública la “vida de un particular” con el único objetivo de dañar su reputación.
Ayuso insiste en desmentir la argumentación del exlíder socialista madrileño, Juan Lobato, que aseguró que el correo con la confesión de González Amador llegó a su partido a través de los medios de comunicación. “Salía del propio fiscal general del Estado”, ha apuntado la líder del PP de Madrid en una entrevista en el programa Espejo Público en Antena 3, en la que ha evitado cargar contra el presidente valenciano, Carlos Mazón, por su gestión de la DANA que provocó más de 200 muertos en la provincia de Valencia.
“Se está viendo que aquí lo que se ha orquestado es una operación de Estado que empieza desde el propio presidente del Gobierno, que es un cobarde”, ha asegurado la presidenta, para después reafirmarse en varias ocasiones en ese último comentario en contra de Sánchez. “Sí, llamo cobarde al presidente del Gobierno, que ha decidido intentar destruirme y, para eso, ha puesto en funcionamiento a todos los poderes del Estado, a la Fiscalía General del Estado, cuyo fiscal está imputado, a la abogada del Estado, a fiscales y a funcionarios por el camino que bien se reían de mí y de mi entorno”, ha añadido.
La presidenta insiste en desvincularse de la causa que tiene abierta su pareja, que considera que es “ajena” a su labor política. Ayuso ha sostenido que el procedimiento de González Amador se limita al de un particular “que tiene una multa de Hacienda, lo quiere pagar y no le dejan. El 99% de los casos se queda ahí, él aun así lo paga”. En marzo, el Ministerio Público denunció al novio de Ayuso por defraudar más de 350.000 euros entre 2020 y 2021 a través de un entramado de facturas falsas y empresas pantalla. El comisionista está a la espera de firmar el pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado y recibir una condena simbólica de cárcel que no tendrá que cumplir al pagar más de medio millón de euros.
“Eso de meter a Miguel Ángel Rodríguez es patético”, ha apuntado Ayuso sobre el papel de su jefe de gabinete al revelar conversaciones entre la defensa de González Amador y el fiscal del caso a través de un mail remitido a El Mundo. “Esto es como si tú tienes un expediente médico, tus datos te pertenecen a ti y eres la que decide como dueña de tus datos médicos si se van a conocer”, ha continuado argumentado para asemejar los datos personales de sanitarios de un ciudadano a la declaración fiscal de su pareja, “ni el médico ni el hospital tienen derecho a hacerlo por ti”.
Repreguntada por Griso sobre si lo que quería decir es que “es distinto” que la filtración venga de Rodríguez que de la Fiscalía, ha concluido: “Miguel Ángel Rodríguez, como el perjudicado [su pareja], pueden contar lo que quieran porque son sus datos fiscales, es su historial”.
El caso de González Amador también ha estado presente en la dimisión de Lobato. La renuncia del socialista madrileño coincidió con el viaje que el Gobierno de Ayuso realizó la semana pasada por Corea del Sur. El líder del PSOE en Madrid anunció su salida como secretario general del partido después de que ABC publicase que registró ante notario, y sin notificárselo a nadie de la formación, una conversación con Sánchez Acera sobre la supuesta filtración del correo de González Amador.
Ya de vuelta, Ayuso ha asegurado que Lobato exhibió en la Asamblea de Madrid ese documento “durante muchos meses”. “Nos estuvo relacionando con corrupción, y me estuvo pidiendo dimisiones”, ha recordado. Y ha reseñado: “Cuando vio, cuando requisaron el móvil a la Fiscal General del Estado, como técnico de Hacienda, que se estaba metiendo en un problema, porque todo lo que han hecho es ilegal y fraudulento, es cuando se va a un notario”.
Ante la postulación de Óscar López a la Secretaría General de los socialistas madrileños, Ayuso no ha querido entrar en el cara a cara para evitar hacerle “la campaña”. Aun así, sí ha cuestionado el papel que tendrían que tener unas primarias para confirmar el nombre del ministro como sucesor de Lobato. “Bueno, a ver, como son norcoreanos, pues a lo mejor ya está ungido como líder”, ha deslizado a continuación.
En su entrevista con Susanna Griso, ha vinculado en varias ocasiones al PSOE y al Gobierno de Sánchez con el Estado de Kim Jong-un. Ayuso ha sostenido que los socialistas se comportan como “si fueran ciudadanos norcoreanos que no conocen lo que hay al otro lado del muro”. Además, ha defendido que el Congreso celebrado en Sevilla por la formación de Sánchez este fin de semana “ha sido ridículo”. “De tanto aplaudir han generado más energía eólica que todos los molinos de Aragón”, ha subrayado.
La presidenta madrileña se ha mostrado menos contundente con su compañero de partido Carlos Mazón, presidente de la Comunitat valenciana, por su gestión de la Dana que se produjo en Valencia hace poco más de un mes. De nuevo, ha insistido en señalar al Gobierno central y ha asegurado que en esta catástrofe no ha habido “entendimiento entre administraciones”, tal y como a ella le pasó “durante la pandemia”.
Tampoco ha querido culpar a Mazón de que no se declarase la emergencia nacional, ya que también el Gobierno de Sánchez, según ha apuntado, está amparado para pedir esa situación excepcional. “No hablo de mi compañero, entre otras cosas, porque los propios afectados pidieron desde el primer día: 'Por favor, no queremos broncas políticas”, se ha limitado a decir para justificar su posicionamiento sobre Mazón.
