En medio de la crisis que vive Estados Unidos por el consumo de fentanilo, los cárteles de la droga se han convertido en empleadores potencialmente ‘competitivos’ para algunos estudiantes en las universidades mexicanas.
En México, el narco es el quinto empleador más grande del país, sumando a sus filas a alrededor de 350 personas cada semana, de acuerdo con una investigación realizada por los investigadores Rafael Prieto-Curiel, Gian María Campedelli y Alejandro Hop.
Pero, más allá de reclutar elementos para la disputa y el control de territorios en el país, organizaciones como el Cártel de Sinaloa se acercan a los estudiantes de química de las universidades mexicanas con ‘jugosas’ ofertas de empleo.
Los ‘cocineros’, quienes fabrican fentanilo en los laboratorios de los cárteles, necesitan de trabajadores con conocimientos en química con el objetivo de hacer la droga más fuerte, según declaraciones de los trabajadores de las organización dadas al New York Times.
“Los cárteles también tienen un objetivo más ambicioso: sintetizar los compuestos químicos conocidos como precursores, que son esenciales para fabricar fentanilo, lo que los liberaría de tener que importar esos materiales de China", detalla la investigación.
Los intentos por la síntesis de estos precusores podría encender alertas a las autoridades de México y Estados Unidos y convertirse en un ‘tope’, en medio de los intentos por frenar el tráfico de drogas a EU y las amenzas de Donad Trump por el incremento de aranceles.
Más allá de los requisitos que imponen los reclutadores, que incluyen discreción, conocimientos teóricos e inteligencia callejera, deseos por emprender, así como no tener miedo ante la idea de producir una droga letal, los jóvenes pueden enfrentarse a distintos riesgos dentro del empleo con con el narco.
Exposición tóxica a la droga letal, explosiones accidentales, y hasta errores que enfurecen a sus jefes armados y extremadamente violentos son algunos de los peligros a los que se pueden enfrentar los empleados, según la investigación del NYT.
No obstante, los riesgos tienen su ‘recompensa’, pues el trabajo dentro de los laboratorios de fentanilo está mejor pagado que la mayoría de los empleos legales en química, los cuales oscilan entre los 800 dólares mensuales (16 mil 335 pesos mexicanos).
“Para identificar a los posibles candidatos, el cártel hace una ronda de contactos con amigos, conocidos y colegas, y luego habla con las familias de los objetivos, con sus amigos, incluso con la gente con la que juegan al fútbol, todo ello para saber si estarían dispuestos a hacer este tipo de trabajo. Si el reclutador encuentra a alguien especialmente prometedor, puede ofrecerle cubrir el costo de la matrícula“, detalló uno de los reclutadores al medio de comunicación.
