La subida del salario mínimo ha sido una de las medidas estrella del Gobierno de coalición . Ha supuesto un salto cualitativo en la nómina de más de dos millones de trabajadores, pero también ha hecho estragos en el empleo en dos de los colectivos más afectados por la evolución del indicador: el campo y las empleadas de hogar. Estas últimas han ganado sueldo y más derechos, pero su trabajo ahora es más inestable, sobre todo las que trabajan de internas en una vivienda. «A unas les han bajado las horas y a otras las han despedido», dice Elisa, una trabajadora del hogar que a principios de año ganaba más de 1.000 euros por seis horas de trabajo a la...
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