El Primer ministro francés, Michel Barnier, se juega a partir del lunes su supervivencia y la de todo su gobierno en el empantanado tema de la aprobación del presupuesto. Necesita una mayoría de votos en la Asamblea, pero el mayor grupo parlamentario, el del ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen, condiciona su apoyo a la obtención de nuevas concesiones, sin lo cual, ha amenazado con una moción de censura.
Michel Barnier sabe que pende de un hilo. La espada de Damocles que ha tenido desde su nombramiento, hace apenas dos meses, es la de no contar con una mayoría en la Asamblea Nacional. Y ahora podría pagar el precio alto.
El lunes se abre el proceso para la aprobación del presupuesto nacional, una etapa crucial para el país, en momentos en los que Francia hace frente a un contexto económico complicado. Se necesitan unos 40.000 millones de euros para enderezar las finanzas públicas, por lo que Barnier había anunciado una serie de medidas, en su opinión, necesarias.
Sin embargo, la tarea se le ha complicado ante la fuerte oposición en la Asamblea. Por un lado, el Nuevo Frente Popular, una coalición que reúne a los partidos de izquierda, quienes militan por el abandono de la impopular reforma de las pensiones aprobada en 2023, entre otros. Por el otro, el poderoso partido Agrupación Nacional liderado por Marine Le Pen, que devino la principal formación en el hemiciclo, 125 diputados de 577 curules, tras las elecciones legislativas anticipadas de julio de 2024.
Le Pen ha aprovechado esta cómoda mayoría para hacer presión sobre el gobierno y presentar una serie de exigencias, sin lo cual, amenaza no solo con votar en contra del presupuesto de Barnier sino además con presentar una moción de censura contra el Primer ministro.
Barnier debió renunciar al aumento de los impuestos sobre la electricidad, por pedido de Le Pen; también accedió a suprimir 100 millones de euros del presupuesto de la Ayuda Médica del Estado (AME), que permite a los sin papeles en Francia tener una cobertura de salud, una vieja reivindicación del partido de extrema derecha.
Pero la Agrupación Nacional no se da por satisfecha y ha presentado otras reivindicaciones, como el aumento de las pensiones el 1ro de enero próximo, o la abrogación de la disminución del reembolso de medicamentos por la Seguridad social.
La Asamblea Nacional examinará a partir del lunes tres textos del presupuesto: el presupuesto del Estado en 2025, el presupuesto de la Seguridad Social y el proyecto de ley de cierre del año en curso.
De no tener las voces necesarias, Michel Barnier podría hacer uso del famoso 49.3, un recurso constitucional para aprobar proyectos de ley sin el voto de la Asamblea. En ese caso, los partidos de oposición aseguran que presentarán una moción de censura, lo que significaría la muerte del gobierno presidido por Barnier.
