En pocos días el 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano quedará inaugurado y cada día será una nueva oportunidad para disfrutar de lo mejor del cine de nuestra región, del país y de otras naciones invitadas. Es la época de andar de sala en sala, periódico en mano, «jugando» contra el tiempo, conociendo gente nueva, de llorar o reír frente a la gran pantalla y ampliar el diapasón cultural en materia cinematográfica, aunque este esperado evento siempre es mucho más.
Encontramos personas diversas como diversas son las propuestas que, anualmente, obligan al comité de selección a un riguroso trabajo y al jurado a una labor encomiable. Disfrutamos todos de conferencias, paneles, intercambios con cineastas, charlas magistrales, sesiones de debate… y todos motivados por el buen cine, ese que refleja lo que somos y lo que deseamos.
Para que el Festival satisfaga a todos los cinéfilos y además sorprenda, es necesario conocer los criterios que se tienen de cada edición y las sugerencias para las próximas. Pero son tantas las personas que acuden a los cines…
¿Quiénes asisten al Festival de Cine? ¿Cuáles son sus motivaciones y aspiraciones? ¿Cómo se enteran de la programación y de qué forma eligen los filmes que ven? Son numerosas las interrogantes, pero afortunadamente, los resultados que han arrojado los estudios de los públicos asistentes al evento desde su edición 34 traen las respuestas.
La Doctora en Ciencias Sicológicas Maricela Perera Pérez, especialista del Grupo de Prensa y Comunicación del Festival, rememora que a petición de la Junta Directiva del evento comenzaron a realizarse las encuestas, porque cada resultado tributa directamente a la gestión y organización del Festival. Las opiniones, sugerencias y valoraciones de los espectadores son importantes para renovarlo sin que abandone la coherencia con sus principios fundacionales, precisó.
«Los estudios, al decir de los expertos, deben atender el sentir del público, que es tan significativo como lo que se proyecta en las pantallas. Por eso, los convocamos y sobre la base de la voluntariedad de aquellos que esperan alrededor del cine para ver una película, encontramos las respuestas a las preguntas.
«Hasta la fecha, más de 3 000 espectadores han colaborado y han compartido sus percepciones y criterios relacionados con el evento. En sentido general, las respuestas evidencian consenso y ello marca tendencia respecto a las cuestiones sobre las que indagamos. Realmente no existe un criterio de exclusión, solo que las personas hayan asistido a uno o dos festivales previamente para que puedan contar con puntos de comparación».
Perera Pérez comentó que se indaga en torno a la cantidad de festivales a las que han asistido, sus motivaciones y preferencias de consumo sobre determinados filmes, la cantidad de veces que asisten al cine durante el evento, número de obras como promedio que ven cada año, entre otras cuestiones generales, independientemente de que en cada edición se desea investigar sobre un aspecto en particular.
«En líneas generales, a este evento asisten más mujeres que hombres, y el rango de edad oscila entre los 18 años y más de 80 años, fundamentalmente. Las personas de mayor edad manifiestan con orgullo haber asistido a casi todas o a todas las ediciones del Festival, y aunque llegan de otras provincias y diferentes naciones, predomina el público de la capital, de cualquiera de sus municipios».
El Festival, en tanto megaevento, requiere no solo del apoyo en cuanto a divulgación y promoción de los medios de comunicación, sino que se ha «apropiado» de espacios específicos, como parte de su estrategia, para mantener una información veraz, abundante y precisa, de manera oficial, aun cuando el resto de los medios aborde lo que acontece en cada cita.
En ese sentido, recordó Perera, existe el Diario del Festival —muy valorado y cotizado—; el Noticiero del Festival, que se transmite por la televisión y que se proyecta en los propios cines; el programa cotidiano A Buena Hora de Radio Taíno, devenido La Voz del Festival, y en los últimos años las redes sociales. No obstante, multiplicar entre conocidos, familiares y amigos sigue siendo una eficaz manera para ganar públicos.
«Las motivaciones de quienes asisten a las salas son diversas. Ver cine cubano y latinoamericano es la más reiterada, sin importar sexo o edad. En ese sentido, todos consideran que esta cita es una oportunidad única para disfrutar del estreno de películas cubanas y obras de la región, no comerciales, a las que es más difícil acceder por otras vías.
«Sin embargo, encontrarse con amistades es una de las motivaciones principales, sobre todo para los más jóvenes, aunque espectadores de más edad también le otorgan especial significación a ello, pues existe una coincidencia irrefutable, relacionada con el buen ambiente que se genera en la ciudad en torno al evento».
Algunas personas manifiestan asistir por razones ligadas al ámbito profesional, pero prevalece el deseo de acudir al cine como entretenimiento y empleo útil y lúdico del tiempo libre, agregó la especialista.
«Analizar la información recogida y procesar estadísticamente lo obtenido nos ha permitido definir cuatro perfiles o prototipos de espectadores. Los de menos de 18 años, en su mayoría del sexo femenino, que ven menos de cinco películas y participan con el ánimo de encontrarse con amigos, porque aún carecen de sólidas motivaciones relacionadas con el mundo cinematográfico. Eligen los filmes a partir de los comentarios de amigos y conocidos, fundamentalmente. No quiere decir que alguien de esa edad no tenga otras motivaciones, pero en sentido general, esta es la información tabulada.
«El segundo lo describimos a partir de personas entre 19 y 30 años, de uno y otro sexo, sobre todo, estudiantes y profesionales, que han asistido a tres o más ediciones. Comparten la afición por el séptimo arte y también desean encontrarse con amigos. Conocen de la programación por el Diario del Festival y lo que se coloca en la televisión. Eligen los filmes a partir de conocer quiénes dirigen y actúan, además de saber el país de origen de la cinta.
«El tercero está configurado por los adultos entre 31 y 60 años, de ambos sexos, esencialmente profesionales y técnicos. Han asistido a muchas ediciones anteriores, ven más de diez películas como promedio y sus motivaciones se encuentran en el afán de superación cultural y profesional, así como el interés por el cine. Se informan a partir de las sinopsis para elegir las obras.
«Finalmente, el cuarto está conformado por los adultos mayores de más de 61 años, mayormente jubilados, de ambos sexos, quienes valoran el Festival como un espacio de encuentro, interrelación y aprovechamiento del tiempo libre. Han asistido a más de ocho ediciones y ven entre 20 y 25 títulos, pues le dedican mucho tiempo. Eligen sus preferencias de consumo a partir de las sinopsis y las opiniones de los críticos especializados. Son fieles al Festival y organizan sus agendas con antelación a diciembre para disfrutarlo al máximo».
Lo realmente emocionante es que los cines de Cuba, sobre todo en eventos como este, se abarrotan, destacó. «Existe la tendencia de ver películas en casa y no ir a las grandes salas, pero afortunadamente, existe aún esa posibilidad de disfrutar de un filme a la par de socializar y confraternizar con otras personas. Lo propiciamos con el Festival y el desafío crece porque cada vez existen más personas para ver una película de renombre, como las que traemos cada año, y la cantidad de butacas sigue siendo la misma».
¿Se preguntó usted por qué gusta del Festival? Coménteme que desea disfrutar en esta edición 45. Sea parte de él. Recuerde que el cine vive y nosotros, con él.
