La genética moderna, por medio de una investigación científica, está desafiando una teoría histórica sostenida por más de 2.500 años. Durante siglos, se creyó que una población de las tierras altas europea provenía de colonos frigios de los Balcanes, una idea respaldada por arqueología y lingüística.
Este giro reescribe la historia de un pueblo referencial en Europa y abre nuevas perspectivas sobre los movimientos poblacionales en la antigüedad.
Durante siglos, la historia del pueblo armenio estuvo ligada a los relatos del historiador griego Heródoto, quien identificó similitudes entre los armenios y los frigios en su armamento y cultura al servicio del ejército persa.
Este vínculo fue reforzado por lingüistas que conectaron la lengua armenia con el subgrupo traco-frigio de las lenguas indoeuropeas. Sin embargo, un nuevo estudio genómico de la arqueología moderna publicado en The American Journal of Human Genetics desafía esta teoría.
El análisis comparó genomas modernos de armenios con datos genéticos antiguos de las tierras altas de Armenia y los Balcanes. Los resultados mostraron que no hay un vínculo genético significativo entre estas poblaciones, desmontando una hipótesis de más de dos milenios.
"Durante siglos, las creencias históricas han moldeado nuestra comprensión del pasado, lo que a menudo nos lleva a aceptar teorías como verdaderas", dijo en un comunicado la Dra. Anahit Hovhannisyan, becaria en la Escuela de Genética y Microbiología del Trinity College de Dublín y primera autora del estudio.
Gracias a los avances en secuenciación del genoma completo y al acceso al ADN antiguo, los investigadores están logrando replantear teorías profundamente arraigadas de la arqueología.
El estudio genómico también desmintió la teoría de una ascendencia asiria para los sasun, una población armenia del sur de las tierras altas de Armenia, históricamente mencionada en textos bíblicos.
Los investigadores científicos descubrieron que esta población había sufrido una reducción significativa de tamaño en tiempos recientes, lo que la distingue genéticamente de otras comunidades armenias. Entre sus otras principales conclusiones del estudio se destacan: