«Si los tiempos de respuesta de los servicios de emergencia y bomberos hubieran sido los adecuados, en menos de 12 horas miles de bomberos de todo el Estado habríamos podido acudir a las zonas afectadas por la DANA con los medios, herramientas y conocimientos suficientes para realizar las labores que, como vimos por los medios de comunicación, estaban llevando a cabo los propios ciudadanos, porque nadie más llegaba», explica con pena y rabia Israel Naveso, bombero y presidente de la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP), minutos antes de comenzar una masiva manifestación que recorrió esta tarde las calles de Madrid.
A la protesta asistieron más de 5.000 bomberos de toda España, a los que se sumaron también multitud de ciudadanos, para mostrar su «frustración» por la gestión llevada a cabo durante la tragedia de Valencia.
«No podíamos dejar que esto quedara así, con 230 muertos a nuestras espaldas y sin movilizarnos como profesionales. Estamos alejados de cualquier ideología política, simplemente hablamos desde la perspectiva de los bomberos, porque llevamos años reclamando una ley para nuestro sector que ha estado a punto de salir en varias ocasiones, pero por cuestiones políticas no ha sido posible», apunta Naveso.
Una ley cuyo objetivo principal es fomentar la coordinación y gestión entre los cuerpos locales, autonómicos y estatales, así como reducir la burocracia con la finalidad de permitir una respuesta más rápida en situaciones de emergencia como la vivida en Valencia.
«En emergencias, uno de los principios básicos es el tiempo de respuesta», subraya Naveso, quien destaca que otros países de la Unión Europea ya cuentan con una Ley Marco de Coordinación, como la que llevan reclamando desde hace 10 años. «No se trata de una ley para mejorar nuestras condiciones laborales ni aumentar nuestros salarios, sino una norma para hacer más efectiva nuestra labor, mejorar nuestra coordinación y ser capaces de dar una mejor respuesta cuando sea necesario», insiste.
Según los bomberos que participaron en la marcha de ayer, que partió del Parque del Oeste hasta el Congreso de los Diputados, las herramientas actuales, dependientes de la Dirección General de Protección Civil del Ministerio del Interior, «son totalmente insuficientes». «La tragedia era inevitable, pero la respuesta del Estado y la comunidad autónoma fue insuficiente. No fueron capaces de coordinar al personal necesario para ayudar a la gente en el momento crítico. Este es un problema de coordinación, pero también de un uso proporcional de los recursos. No se utilizaron todos los medios que España tiene a disposición de los ciudadanos, y esa responsabilidad recae en las Administraciones Públicas, que, por cuestiones burocráticas, están costando vidas», aseguran.
En la última década, los representantes de la CUBP se han reunido en numerosas ocasiones con políticos de todos los partidos, «y nos han dicho estar de acuerdo, pero al final nunca dan el paso», lamenta Naveso.
«Estuvo a punto de salir adelante en la anterior legislatura después de que el proyecto de ley estuviera paralizado durante 30 meses, el tiempo más largo que un proyecto de ley ha estado parado en la historia de este país. Luego, como todos sabemos, se convocaron elecciones y el trabajo realizado se perdió. Ahora tenemos que empezar de nuevo», concluye.
Una sencilla ley de 17 páginas, en la que aparece hasta 58 veces la palabra coordinación, podría haber sido clave para paliar los daños causados por la DANA. «A Valencia llegamos tarde y descoordinados. Fuimos como voluntarios porque no había otro modo. Eso no debe volver a ocurrir», claman.
