La expresidenta andaluz y ex secretaria general del PSOE-A ha acudido al Congreso Federal invitada por la dirección como todos los expresidentes y en respuesta a lo que calificó como «un momento muy delicado y díficil» para los socialistas, especialmente a raíz de la DANA de Valencia, las investigaciones judiciales abiertas o la dimisión de Juan Lobato. Susana Díaz fue primero adversaria de Pedro Sánchez, que este fin de semana revalida su puesto como secretario general del PSOE. Y después de Juan Espadas, el presidente del Congreso que se celebra en Sevilla, con quien se enfrentó en las primarias de 2021. Para el primero, para Pedro Sánchez, no hubo cuestionamiento alguno, más allá de las diferencias ya expesadas en repetidas ocasiones en torno a temas como la financiación autonómica. Susana Díaz se aferó a una máxima de todos los grandes partidos: «Cuando un secretario general es presidente no se cuestiona el liderazgo». Pero para la dirección regional el mensaje fue más contundente: «Hago un llamamiento para que se haga un PSOE-A habitable y respirable. Que sea respetuoso con todas las sensibilidades y que aproveche todo el talento porque si se desperdicia parte del talento es díficil vencer al PP. Hay que contar con todos». En este sentido, aunque señaló haber «pasado ya la pantalla de Andalucía» y se encuentra «chupando banquillo» sí hizo referencia a la situación de voces críticas del PSOE-A, entre ellas una parte de su entorno: «No puede ser que cada vez que habla le caiga una manta de palos».