Ha habido que esperar más de diez años para ver sentados en las primeras filas del plenario de un congreso federal del PSOE a los dos expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que fueron condenados por el fraude del caso ERE. Su sentencia definitiva está pendiente de revisión tras el borrado de delitos aplicado por la mayoría progresista de magistrados del Tribunal Constitucional (TC). Este sábado ambos exmandatarios andaluces, que fueron presidentes del partido a nivel federal, han vuelto a ocupar asiento entre los invitados del 41º Congreso Federal del PSOE que se celebra desde el viernes hasta el domingo en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, Fibes, en el que será reelegido Pedro Sánchez para su cuarto mandato como secretario general . La presencia de Manuel Chaves y José Antonio Griñán , que se habían dado de baja como militantes del PSOE tras su imputación en el caso ERE, simboliza el cierre de las heridas abiertas a raíz de la investigación judicial y las posteriores sentencias de la Audiencia Provincial de Sevilla y el Tribunal Supremo que supuso un bombazo en la línea de flotación del partido. El congreso representa la rehabilitación definitiva de los dirigentes actuales con el pasado más oscuro del PSOE andaluz. Manuel Chaves y José Antonio Griñán entraron este sábado a la sala donde se celebra el acto de inauguración del Congreso en compañía del secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas , que va a presidir este congreso del que ejerce como anfitrión, en tanto que líder de la federación que lo acoge. « La sentencia del Tribunal Constitucional supone un punto de inflexión en la política andaluza : empieza el principio del fin del ciclo de Gobierno del PP en Andalucía», auguró Manuel Chaves tras la revisión de su sentencia por el TC el pasado mes de julio, en su primera rueda de prensa en la sede del PSOE andaluz en Sevilla después de 14 años. En presencia del secretario general del partido, Juan Espadas, el que fuera presidente de la Junta durante 19 años (1990-2009), secretario general del PSOE andaluz durante 14 (1994-2010) y presidente federal del PSOE entre 2000 y 2012 acusó al Partido Popular de haber intentado «borrar 30 años de gestión socialista» orquestando una «operación política y mediática con ropaje judicial» en el caso ERE que «echó tierra en el engranaje del adversario político». En aquella comparecencia del pasado mes de julio, el expresidente Chaves expresó su deseo de volver a afiliarse a su partido. «Nunca me he separado de la política. Soy un político de vocación, la he seguido día a día. Siempre me he sentido socialista , con carné y sin carné. Quiero volver al PSOE, para hacer lo que el PSOE quiera. Me pongo a disposición. Quiero trabajar para el partido en lo que quiera Juan [Espadas] y la dirección del PSOE de Andalucía», proclamó. El caso de Griñán es diferente. El expresidente no ha salido de su aislamiento público desde que el Tribunal Supremo ratificó la sentencia que lo condenaba a seis años de prisión por un delito continuado de malversación . No ha roto dicha costumbre ni siquiera cuando el TC revocó dicha pena, al considerar que se habían vulnerado sus derechos fundamentales, por lo que obligó a la Audiencia de Sevilla a dictar una nueva sentencia partiendo prácticamente desde cero.