"Es un día para celebrar muchas cosas: la portería a cero, los goles y que hemos cortado la mala racha", era el resumen que hacía Sergi Enrich de sus sensaciones al finalizar el encuentro en el Carlos Tartiere, en el que su equipo había conseguido la victoria con un doblete suyo. "Estamos muy contentos, porque hemos conseguido tres puntos importantísimos, con los que salimos de una mala racha de ocho partidos sin ganar", añadió.
"No era un partido sencillo, porque vienes de una racha negativa, y llegas al estadio de un equipo que venía también tras un golpe, y sabíamos que nos iba a apretar. Pero nosotros siempre estamos con esa intensidad y esas ganas, y nos ha salido un partido redondo", decía también el delantero de la SD Huesca en la zona mixta del estadio asturiano. Destacaba también la unión del vestuario. "Nosotros estamos juntos a muerte, y así vamos a defender la camiseta. Me alegro mucho por ese gol de Joaquín, porque se lo merecía. Ha metido un golazo. Creo que le va a venir bien a él, y al grupo. Hay que estar todos juntos".
En su caso, prefería no celebrar los goles, al anotarlos ante el que fue su equipo. "Estoy contento porque he ayudado a mi equipo, pero ha sido en un estadio al que le tengo un cariño muy grande, porque pase un año muy bonito. Por respeto al club, he preferido no celebrarlo, pero yo ahora defiendo al Huesca y por eso estoy muy contento".
Enrich aseguraba que ni el discurso del entrenador ni el del propio vestuario había sido diferente. "No ha cambiado para nada. Tenemos claro que ni antes éramos tan buenos, cuando empezamos ganando y estuvimos en puestos de líderes y play off, porque sabíamos que nos iba a costar, y que íbamos a sufrir como todos en esta categoría. Era muy importante romper la racha".
"Se ha visto al Huesca que queremos. Muy serio defensivamente, sin conceder espacios, ganando duelos, y aprovechando la pegada", concluía.