En el año 2011, el Ayuntamiento de Granada estaba presidido por José Torres Hurtado y su partido, el PP, gobernaba con mayoría absoluta. Pero por diversas razones, los presupuestos no entraron en vigor el 1 de enero. Eso tampoco ocurrió entre 2011 y 2015, pese a que los populares tenían 16 de los 27 concejales. Y mucho menos después de entonces, cuando los pactos de gobierno han sido la norma. La tendencia ha durado 14 años y se rompe ahora. El pleno ordinario celebrado este viernes 29 de noviembre y presidido por Marifrán Carazo -al frente también de una mayoría absoluta de 15 ediles, mientras que PSOE tiene diez y Vox dos- ha aprobado inicialmente las nuevas cuentas municipales para 2025, que, esta vez sí, entrarán en vigor el primer día del nuevo año. Falta el trámite de la aprobación definitiva, pero el objetivo está garantizado. Es un «gran logro» que demuestra «la capacidad de gestión y estabilidad» del ejecutivo local, ha destacado la concejal responsable de Economía, Rosario Pallarés , quien entiende que eso genera a su vez «una imagen de confianza que se traslada hacia la ciudad, hacia sus vecinos y hacia el exterior». El nuevo presupuesto, los ingresos ascienden a 340,6 millones de euros, mientras que el capítulo de gastos se eleva a los 330.971.102. Pallarés ha incidido en que las cuentas, «rigurosas y ambiciosas», se han cuadrado « sin subir ni un sólo céntimo en impuestos o tasas municipales, absolutamente nada, y con un superávit de 9,6 millones, algo histórico que nos permitirá seguir saneando la economía municipal». «Se ha elaborado dando prioridad a lo que los granadinos quieren : una ciudad más limpia -con 1,6 millones más en presupuesto-, mejor transporte público -la subida es de 3,2 millones-, un plan de obras que no tenía Granada desde hace décadas, con reformas de calle y plaza en todos los distritos -60 actuaciones y 37 millones de inversión- y una partida en políticas sociales, aumentada en 5 millones que se destinará a la dependencia», ha detallado. También ha hecho hincapié en el refuerzo de la oferta cultural, que se eleva en 1,2 millones y que, entiende, puede servir para que Granada sea la capital cultural europea en 2031. En zonas verdes y parques, la apuesta supera en 1,5 millones a la del ejercicio en curso. La edil no ha ahorrado críticas hacia la herencia recibida: «El PSOE nos entregó unas cuentas intervenidas con 22 millones de facturas impagadas, un periodo medio de pago que no cumplía tampoco con la ley y que hemos conseguido reducir en año y medio a menos de 30 días para el pago a proveedores, lo que supone haber mejorado las cuentas con una excelente gestión económica», ha celebrado.
