La senadora por el Partido Nacional, Graciela Bianchi, reapareció en la red social X.com (antes Twitter), en donde siempre ha sido una usuaria pesada, a veces con decenas de posteos al día. Estaba desaparecida de esta plataforma luego del balotaje en que Yamandú Orsi resultó electo como futuro presidente de la República.
La legisladora ultraconservadora salió a aclarar que no está “desaparecida”, sino que tuvo una situación de salud luego de la noche de la elección. “El domingo próximo pasado, cuando vi los resultados, confirmé muchas cosas. Tuve un episodio de tensión arterial producto del cansancio y agotamiento, por lo que no pude estar en el estrado. Dicho esto y para evitar especulaciones, aclaro otra: no estoy desaparecida como luce en redes con fotos sobre mi búsqueda (ha sido una de las primeras reacciones “espontáneas” del votante frenteamplista), sino descansando pocos días”, escribió en su cuenta oficial.
Prosiguió afirmando que está “analizando con ecuanimidad las razones de los números finales” y que “por supuesto, debemos realizar una autocrítica rápida y profunda”. Y añadió: “cuidemos primero la interna y apoyemos a la militancia que hizo todo el esfuerzo sin pedir nada a cambio. No nos apuremos a hacer comentarios públicos porque por lo menos en mi nombre nadie habla”.
La legisladora derechista prosiguió con su largo post en X.com expresando que “los dirigentes tenemos una labor de orientación, no de ‘corrernos’ a donde supuestamente están los votos (eso es para el marketing de empresas de publicidad). Hay que dar la ya manida batalla cultural, que nadie asume desde hace muchas décadas. Por eso: ‘Es la Educación, estúpido‘, aunque la frase original se refiera a la economía”.
Más adelante, Bianchi habló de que “la ‘izquierda’ lo sabe desde Gramsci en adelante y así se ha apoderado de la ‘realidad’ y erigido en la ‘dueña’ de la ética y de la sensibilidad social, cuando la realidad dice lo contrario”.
“Así fue avanzando y lo seguirá haciendo, más temprano que tarde, sobre la democracia. ‘Travestirse’ con ropajes que no son los nuestros para ‘ganar’ votos es una trampa mortal. Al revés, hay que convencer con mucho estudio: sobre todo de Historia. Adoptar posturas de ‘ir hacia el centro’, como pretendida realidad que esa misma ideología enseña, es no entender nada. Hay que asumir la postura ideológica correcta, de acuerdo a nuestras convicciones y valores, convenciendo sanamente a la ciudadanía y respetar la inteligencia de nuestro electorado”,
Y concluyó: “Más vale conquistas más profundas y menos rápidas. No es casual que sobre los datos que ya tenemos los jóvenes con menos formación son la base del electorado del FAPIT; y por supuesto los sectores más vulnerables (culturalmente) los que siguen votando, aunque le sacaron la dignidad del esfuerzo, el trabajo, la meritocracia, la libertad individual… En definitiva: De desaparecer nada, yo seguiré con mis convicciones; en esa lucha estaré hasta que me dé la vida. Nada de lo ‘políticamente correcto'; nada de ‘cultura de los borregos’ (Pérez Reverte). Un poco más de descanso y aquí estoy para construir, nunca para entregarme”.