Por primera vez en 35 años, Barcelona cuenta con más de 1,7 millones de habitantes ; en los últimos meses hemos superado la barrera histórica de los 100.000 millones de euros en PIB; tenemos el paro más bajo de la última década y media, y somos también la gran ciudad con mayor inversión social de España. El momento actual está cargado de retos, no queremos negarlo: la crisis en el acceso a la vivienda, la lucha contra el cambio climático y sus efectos devastadores, la transición digital , la reducción de las desigualdades o la diversificación económica. Pero tampoco podemos obviar que los números dicen que Barcelona está en un buen momento y algunos hechos lo demuestran. Acabamos de culminar con éxito la Copa América de Vela, una de las competiciones deportivas más prestigiosas del mundo, poniendo el acento en el legado que el evento ha dejado en la ciudad: la transformación del Puerto Olímpico y el litoral, la apuesta por la economía vinculada al mar y un proyecto municipal para que más de 17.000 niños y niñas disfruten de actividades náuticas. Pero no nos quedamos aquí: en un par de años celebraremos la Capitalidad Mundial de la Arquitectura y también en el 2026, acogeremos la salida del Tour de Francia, la gran carrera ciclista por excelencia. Hemos recuperado la ambición global sin perder de vista la escala humana, poniendo el foco en las personas. Por eso estamos tomando medidas ambiciosas para combatir la crisis en materia de vivienda, el principal reto de las grandes ciudades: estamos construyendo 5.000 pisos sociales, nos hemos declarado zona tensionada para limitar el precio de los alquileres y hemos tomado la decisión valiente de eliminar todas las viviendas turísticas, con el objetivo de recuperar su uso residencial. También, mediante los ingresos del turismo, estamos climatizando con energías renovables todas las escuelas de primaria, incidiendo así en el retorno social de la actividad turística . Además, hemos puesto en marcha un plan para invertir 300 millones en los barrios con más desigualdades, en los que priorizamos la mejora del espacio público y los equipamientos de proximidad, como la creación de nuevos centros de asistencia primaria. Todo ello sin esquivar el reto de la seguridad: por este motivo hemos incrementado la plantilla de la Guardia Urbana con 1.000 nuevos policías y vamos a perseguir más el incivismo, porque la seguridad debe ser entendida como una política social. Barcelona vuelve a generar confianza hacia fuera y queremos generar más bienestar y oportunidades hacia dentro. Por eso hemos puesto en marcha un gran proyecto de transformación con el horizonte de la próxima década: hasta el 2035 vamos a vivir un cambio histórico de la magnitud de las Exposiciones Universales de 1888 y 1929, y de los Juegos Olímpicos de 1992, con el objetivo de avanzar hacia una ciudad más habitable, próspera, culta y sana. No en vano, contamos con proyectos muy importantes para los próximos años: como la ampliación del recinto de Gran Vía de la Fira de Barcelona, la renovación de Montjuïc, la transformación del Parc de la Ciutadella en un polo de ciencia, el impulso del nuevo Hospital Clínic, la ampliación del metro, el cubrimiento de la Ronda de Dalt o la reforma de la Rambla, que culminará en este mandato. En definitiva, volvemos a contar con una visión de la ciudad en positivo, apostando por el diálogo social, la colaboración público-privada y la recuperación de la normalidad institucional . La mejor Barcelona está de vuelta. Jaume Collboni es alcalde de Barcelona