El hackeo contra los sistemas de Recope genera filas de transportistas en los planteles de distribución de combustible, debido a que la labor se realiza de forma manual. La situación obligó a la empresa a extender los horarios este miércoles y se evalúa aplicar la medida este jueves.
De acuerdo con la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), el miércoles se brindó atención hasta las 10 p. m.; fueron atendidos 223 transportistas. Este jueves se monitorean las filas para determinar si también será necesario ampliar los horarios.
“¿Que será más lento? Sí ¿Que habrá filas de cisternas? Sí. Por eso les pedimos a los transportistas un poco de paciencia”, declaró este jueves Karla Montero, presidenta de Recope.
La funcionaria insistió que, debido a la vulneración de sistemas, el trabajo de revisión en curso es minucioso y apegado a los protocolos.
Entretanto, en el muelle de la Refinadora, en Moín (Limón), todas las descargas de combustible se realizan normalmente. Este jueves, indicó la empresa, se atendieron barcos con gasolina súper, diésel y combustible de aviación.
Expertos estadounidenses llegarían al país este jueves para colaborar con la atención del hackeo, indicó la empresa, que sigue sin precisar la magnitud de la afectación en sus sistemas
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Por ahora, solo se ha indicado que trabaja en conjunto con el Centro de Respuesta de Incidentes de Seguridad Informática de la Dirección de Ciberseguridad del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones de Costa Rica (Micitt).
“Reiteramos, contamos con inventarios suficientes para abastecer la demanda de combustible y seguir garantizando el servicio. Agradecemos la comprensión de la población y reiteramos nuestro compromiso con la continuidad del servicio”, manifestó la entidad en un comunicado de prensa.
El miércoles, Recope informó de que sus sistemas fueron afectados por un ataque de tipo ransomware, el cual es un tipo de malware o código malicioso que se introduce en los equipos de computación a través de correos, descargas o desde sitios web. La infección impide utilizar los equipos o sistemas.
