La enfermedad renal crónica supone una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales que afecta a más de 3.000 personas en la provincia de Alicante (8.000 en la Comunidad). El tratamiento habitual es la máquina de hemodiálisis, que funciona como una terapia sustitutiva tras la pérdida de la función natural de este órgano, de la que hacen uso el 39,4 % de afectados.