Competir en el ruedo premium no es tan sencillo como ofrecer un producto a un precio elevado. Ya ha habido marcas que han intentado esta estrategia, rodeando sus vehículos de un discurso centrado en la exclusividad, pero que no conseguían arrebatar ventas a las grandes marcas alemanas: Mercedes-Benz, BMW y Audi. Sin embargo, que otros hayan fracasado no va a hacer que los fabricantes que quieren enfrentarse a ellos dejen de intentarlo. En el caso de las marcas chinas –donde los alemanes también gozan de gran aceptación–, están surgiendo nuevos competidores que, como Lexus en su momento, pretenden encararse con los tres grandes ofreciendo sus propuestas de valor. Uno de estos es Voyah, cuyo Free entra al ruedo de los SUV eléctricos para enfrentarse al Audi Q6, al Mercedes EQE SUV o al Polestar 3. Sobre el papel, los datos están ahí: 500 kilómetros de autonomía, 489 caballos de potencia, carga de hasta 100 kW de potencia y un precio que parte de los 77.790 euros en España. Por fuera, el aspecto es el adecuado. Las líneas son tan modernas como las de cualquiera de sus competidores, ya vengan de Stuttgart, Ingolstadt o Múnich. El coche es grande, pero sus líneas sinuosas ocultan bien sus 4,9 metros de largo y sus proporciones, haciendo que parezca más un SUV coupé, a pesar de que su silueta sea más parecida a la de uno convencional. Esto se debe principalmente a su pilar C que cae en ángulo, así como un alerón en la parte trasera. En China, el Free ha recibido una actualización estética y se vende por un precio inferior al de Europa, dado que no tiene que enfrentarse a los aranceles de Bruselas, pero sí a la guerra de precios que se ha desatado en el país. Es dentro donde los ingenieros de la marca han puesto el empeño. La consola central es móvil y se puede poner en un modo amplio, que permite ver toda la pantalla multimedia o uno más estrecho –se activa automáticamente cuando se pone el modo Sport–. Un elemento de diseño interesante que no se encuentra en otros modelos. Sin embargo, es en ámbito multimedia donde la marca tiene que mejorar: aunque la resolución de la pantalla y de las cámaras es buena, el diseño de la interfaz y lo ágil que es se notan un poco anticuadas ante sus competidores. Además, Dongfeng, la matriz de Voyah, aún no trabaja con Android Auto o Apple Car Play, algo a lo que los usuarios europeos ya se han acostumbrado. Desde Salvador Caetano, el grupo que se encarga de la distribución de la marca china en España, señalan que ya están trabajando en arreglarlo para las próximas generaciones y, para la actual, ofrecen un dispositivo que permite utilizarlo sin problemas. El interior es deportivo y cuenta con muchas superficies suaves y bien cuidadas –aunque la tapicería no sea de cuero, este no se echa de menos– y los asientos son mullidos, cómodos y cuentan con masaje y climatización. En definitiva, el Voyah Free es una auténtica declaración de intenciones por parte de Dongfeng en España. Un producto que demuestra las capacidades industriales de la marca y su atención al detalle, pero, en un mercado en el que la cuota de eléctricos está en torno al 5% del mercado y para un coche que parte de ese precio, superar la reticencia del consumidor a lo desconocido va a ser un reto.
