Nadie en el Partido Socialista se atreve a adelantar la dirección federal que tiene en mente el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, después de que este fin de semana sea ratificado como máximo líder de la formación en el 41 Congreso Federal que se celebrará en Sevilla. Hasta el pasado jueves, fuentes del PSOE reconcían que había cargos en el aire como el de Santos Cerdán, actual secretario de Organización de partido, y se esperaba una renovación "importante". Pero tras la declaración del presunto corruptor del caso Koldo, Víctor de Aldama, señalando —sin pruebas— a altos cargos socialistas y del Gobierno, la situación ha cambiado y aseguran que todo está en el aire.
Hace semanas la sensación generalizada apuntaba a una renovación contundente de la cúpula socialista. Con el Congreso Federal de este fin de semana cesa —técnicamente— toda la dirección. Sánchez será elegido, de nuevo, secretario general del PSOE y, a partir de ahí, deberá configurar de cero el equipo directivo. Algunos tienen papeletas para continuar, pero en el partido esperaban que el jefe del Ejecutivo renovara profundamente la cúpula de la formación. Aunque no se atrevían a poner nombres.
Las acusaciones de Aldama han dado la vuelta al tablero. En el PSOE hay quien considera que los señalados deberían salir porque, si la investigación avanza, el daño para el partido será mayor. Pero también hay quien calcula que Sánchez les mantendrá como ejemplo de respaldo a personas tan cercanas como Cerdán o María Jesús Montero, ministra de Hacienda y número dos del partido.
En el partido son más quienes creen que Santos Cerdán continuará a pesar de que Aldama asegurara que le dio en mano 15.000 euros. El empresario no ha presentado prueba alguna y Sánchez compareció tras la declaración del comisionista para asegurar que todas sus acusaciones eran falsas. "Menuda inventada", aseguró el líder socialista a las puertas del Congreso de los Diputados tras escuchar las palabras de Aldama.
En esta línea, fuentes con mando en plaza en la dirección socialista, confirmaron a ECD que Cerdán no sería destituido por Sánchez este fin de semana porque supondría dos cosas: poner en el disparadero a su mano derecha y dar pábulo y credibilidad al testimonio de Aldama después de arremeter contra varios dirigentes socialistas. Es decir, las acusaciones del empresario han terminado por confirmar la continuidad de Cerdán, por ahora.
Aunque algunos nombres propios serán ratificados tras las palabras de Aldama, cargos socialistas transmiten que la sensación que hay en el partido es que "todo puede pasar". En principio, sostienen que la renovación será importante, al menos es lo que se espera en distintas esferas socialistas, pero nadie se atreve a poner nombres sobre quién tiene más papeletas para salir.
Entre los cargos socialistas repiten que solo el presidente tiene en su cabeza a quién va a cesar y quién va a continuar, y aseguran que la expectación y la incertidumbre son máximas a tres días del Congreso Federal.