Con el tiempo, se comienzan a notar diversos signos de envejecimiento que pueden afectar tanto la apariencia como el bienestar general. Entre estos se pueden encontrar la aparición de arrugas en la piel, la pérdida de memoria y una reducción en la energía diaria.
En este contexto, la alimentación juega un papel clave en la ralentización de estos signos. Sumar frutas a la dieta es una buena forma de obtener vitaminas, minerales y antioxidantes que no solo contribuyen a proteger la piel, sino que también ayudan a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
Se trata de baya maqui, un fruto del bosque que contiene hasta tres veces más antioxidantes que las moras, las frutillas y los arándanos.
Estas bayas son consideradas un superalimento rico en antioxidantes, vitaminas y minerales cuya incorporación en el cuerpo se asocia a una amplia variedad de beneficios para la salud.
La baya maqui es un fruto nativo de Chile y Argentina, muy popular del otro lado de la cordillera, pero menos conocida en nuestro país. Bautizada como la "joya patagónica", el fruto es conocido por sus numerosos usos y propiedades medicinales.
Rica en nutrientes esenciales como el calcio, hierro, fósforo, potasio y vitamina C, esta baya contribuye a reducir el daño celular y combatir el envejecimiento prematuro.
Según un estudio publicado en la revista Molecules, su alto contenido en antocianinas convierte al fruto en un gran aliado para la salud de la piel contra los daños causados por los rayos UV, la inflamación y el daño oxidativo.
Un Estudio de Salud de Enfermeras publicado en la Biblioteca Nacional de Estados Unidos reveló que una dieta rica en antocianinas está asociada a una reducción del 32% del riesgo de ataques cardíacos.
Además, según expertos, previene la oxidación del colesterol LDL (malo), lo que contribuye a reducir el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares como ACVs.
La baya maqui es un fruto muy versátil que puede incorporarse a una amplia variedad de preparaciones. Algunas opciones son: