MSU Energy, la energética de la familia Uribelarrea logró refinanciar un bono por u$s 600 millones que vencían en febrero del año próximo a través de una operación de canje y de tomar un préstamo sindicado, que le permitieron extender plazos de pago a 2027 y 2030.
MSU tiene en marcha un plan de inversiones de u$s 1000 millones en tres ciclos combinados, para lo cual fue financiándose con el mercado. Con esta operación, según se informó, al mismo tiempo la energética logró estirar vencimientos a la vez que reducir el costo financiero de su deuda, que quedó en un promedio entre las dos fuentes del 9 por ciento.
El nuevo perfil combinado con los vencimientos del préstamo y del nuevo bono internacional le permite mejorar el perfil de amortizaciones para alinearlo a la generación de caja futura.
En concreto, MSU acordó un préstamo sindicado de u$s 222 millones, con vencimiento en octubre de 2027 y una tasa de interés del 8%, respaldado por los bancos Galicia, ICBC, Santander, BBVA, Valores, Hipotecario, Nación, Provincia y Ciudad.
En simultáneo, la firma lanzó un nuevo bono internacional con vencimiento en 2030 por u$s 400 millones, con una tasa del 9,75 por ciento.
Las ofertas alcanzaron unos u$s 340 millones, entre ellas bonistas que canjearon tenencias por u$s 219 millones. A la vez, hubo demanda de inversores que no habían tomado los bonos 2025 por u$s 177 millones.
Con este financiamiento, MSU se suma a la exitosa serie de emisiones dominadas por firmas energéticas, en particular YPF e YPF luz, Pampa, PAE y Aconcagua, que aprovecharon el envión dado por la amplia adhesión al blanqueo de capitales, con unos u$s 22.000 millones disponibles para inversiones.