Al
Girona todo lo que no fuera ganar al
Sturm Graz le condenaba de cara a los últimos tres partidos de la competición. El equipo de
Míchel, igual que lo ha hecho en todos los partidos de la competición, excepto contra el
PSV, hizo muchas cosas bien, pero volvió a pagar la inexperiencia y la falta de contundencia en las áreas. Está condenado y necesita que se den muchas circunstancias para que su recorrido en Champions no se acabe en la liguilla tras caer en Austria (1-0). El primer punto del club fuera de casa en la máxima competición europea sigue sin llegar.
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