El gesto de Juan Lobato renunciando a la secretaría general del PSOE madrileño tras sentir un «linchamiento» producido por fuego amigo no ha ablandado al PP de Madrid: su secretario general, Alfonso Serrano, señalaba ayer tras conocer la dimisión del socialista que «Lobato es el primero, el resto se irán después. Sánchez ha traspasado todos los límites y tienen que irse». En opinión de Serrano, «después de que Lobato haya atacado sin sentido a la presidenta (Díaz Ayuso) durante meses, ahora nos enteramos de que, por peleas particulares entre socialistas, que reconocen que han cometido actos delictivos, decide dimitir». Desde el PP madrileño creen que la decisión que ha tomado el hasta ahora líder socialista «es su única salida tras reconocer ayer que, desde Presidencia del Gobierno, se le podía haber utilizado para atacar a la Presidenta de la Comunidad de Madrid con una información filtrada por la Fiscalía General del Estado, y tras meses encubriendo un delito. Ahora falta que haga pública el acta notarial». Precisamente mañana está previsto que el ya ex secretario general de los socialistas declare ante el juez por este asunto. Serrano ya se ha formado una opinión, y no es buena: «Lobato es un presunto delincuente. Uno más de la lista del PSOE. Porque lo que también supimos ayer es que Lobato exhibió en la Asamblea el mail de la Fiscalía y por lo tanto, Lobato ha cometido graves actos delictivos en consonancia con sus compañeros. Si se matan entre ellos no significa que uno de ellos sea mejor», concluyó. Por eso, cree que «el problema no era Lobato, sino quien filtra y quien da las instrucciones. Y ni Oscar López ni Pedro Sánchez han dado explicación alguna. Deberían hacerlo. Y después seguir los pasos de Lobato: dimitir y convocar elecciones».
