Las instituciones públicas del Perú realizan de vez en cuando remates luego de embargar bienes o propiedades de sus deudores. Entre ellas, el Poder Judicial lleva a cabo remates judiciales, que constituyen un proceso legal en el que se comercializan bienes y propiedades. Esta acción se lleva a cabo cuando un individuo incumple con sus obligaciones de pago en el marco de un procedimiento judicial, lo que lleva a que se disponga la venta pública de dichos activos luego de confiscarlos.
De este modo, adquirir un inmueble a través de un remate judicial representa una oportunidad atractiva para obtener propiedades a precios más bajos que si cotizara dentro del mercado convencional. No obstante, el procedimiento puede resultar complejo si no se cuenta con la información necesaria para navegarlo adecuadamente. A continuación, te contamos los detalles de cómo adquirir bienes o propiedades que el PJ subasta.
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Los remates judiciales es un proceso que se lleva a cabo bajo la supervisión de un juez, con el objetivo de que el Poder Judicial pueda recuperar el dinero que se le debía.
Los remates judiciales se realizan de manera electrónica y se publican en la plataforma del Sistema de Remate Electrónico Judicial (Remaju), administrada por el PJ. Los aspirantes a los inmuebles tienen que seguir los siguientes pasos:
Una vez que finalicen estos procedimientos, se puede participar en los remates publicados y podrás verificar el estado de los remates en los que te has inscrito o que has ganado.
El sistema del Remaju se encarga de gestionar las subastas de bienes inmuebles, que abarca desde el registro de propiedades hasta la proclamación del ganador. Además, los interesados pueden averiguar información sobre:
El proceso de tasación de un inmueble inicia cuando los participantes realizan el depósito del 10% del valor tasado, conocido como oblaje, en el Banco de la Nación. Asimismo, se debe abonar el arancel correspondiente a este trámite.
Así, la subasta se llevará a cabo con un precio inicial equivalente al 66,67% del valor comercial del inmueble. Este proceso se desarrollará conforme a un cronograma establecido, con una duración de 24 horas. La actividad comenzará al mediodía y concluirá a las 11:59 a. m. del día siguiente.
Los aspirantes de la subasta tienen la posibilidad de ingresar y mejorar sus ofertas en cualquier momento a lo largo de este proceso. Al finalizar la subasta, el sistema designa automáticamente al mejor postor como ganador.
En consecuencia, el postor que resulte ganador tiene un plazo de tres días hábiles, contados a partir de la adjudicación, para realizar el pago total del inmueble en el Banco de la Nación. Además, es necesario que registre la transacción en el sistema Remaju.
Finalmente, una vez que se reciba el certificado que acredita al postor como ganador, será necesario que este se presente ante el proceso judicial que dispuso el remate. Su objetivo será solicitar la inscripción de la propiedad a su nombre en los Registros Públicos.