El 27 de noviembre de 1989, un atentado dirigido por el capo del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, provocó la explosión de un avión de Avianca, el vuelo 203, que cubría la ruta Bogotá-Cali.
Escobar tenía como objetivo asesinar a una figura de gran influencia, pero el plan fracasó, ya que la persona a la que apuntaba no estaba a bordo del avión. La explosión, sin embargo, cobró la vida de 110 personas, entre ellas 101 pasajeros, seis miembros de la tripulación y tres personas en tierra.
A las 7:16 de la mañana, cinco minutos después de despegar desde Bogotá, el vuelo 203 sufrió una explosión mientras ascendía hacia Cali. El avión, un Boeing 727, se desintegró en el aire, cayendo en pedazos sobre el municipio de Soacha.
Testigos reportaron una primera explosión seguida de una segunda, que fragmentó el avión en grandes trozos. La aeronave había alcanzado los 10 mil pies de altura cuando se produjo la explosión.
El objetivo de la bomba era César Gaviria, quien se encontraba en la lista de enemigos de Escobar debido a su postura a favor de la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos.
Sin embargo, Gaviria no abordó el avión a última hora, lo que evitó su muerte. En su lugar, Alberto Prieto, quien portaba una maleta con la bomba, se encontraba en el vuelo. Prieto había sido engañado para llevar a cabo el atentado, pensando que su misión era grabar una conversación de otros pasajeros.
Escobar ordenó el atentado después de obtener información sobre los movimientos de César Gaviria, quien había asumido la candidatura presidencial tras la muerte de Luis Carlos Galán.
Según el exsicario John Jairo Velásquez, alias Popeye, Escobar confió la operación a uno de sus hombres de confianza, Carlos Mario Alzate, alias El Arete.
Alzate fue el encargado de armar la bomba.
La bomba fue entregada a un sicario llamado Darío Uzma, quien compró los boletos a nombre de Julio Santodomingo.
Uzma le pidió a Alberto Prieto que transportara la maleta con la bomba, creyendo que esta contenía una grabadora.
Las autoridades colombianas inicialmente calificaron el suceso como un "misterio", pero rápidamente comenzaron a investigar. En menos de 48 horas, Estados Unidos envió representantes de la National Transportation Safety Board, la Federal Aviation Administration y el FBI.
Aunque en un principio se sospechó de "Los Extraditables", el grupo de mafiosos liderado por Escobar, las pruebas finalmente confirmaron que el atentado había sido ordenado por el Cartel de Medellín.
A pesar del atentado fallido contra Gaviria, él se convirtió en presidente de Colombia poco después, y bajo su liderazgo, se convocó una Asamblea Nacional Constituyente que produjo la Constitución de 1991.
Esta nueva constitución no permitió la extradición de narcotraficantes, pero durante su mandato Gaviria hizo esfuerzos por someter a Escobar y otros líderes del narcotráfico a la justicia.
Durante este período, Escobar fue finalmente abatido por el Estado y sus enemigos organizados.
A pesar de las investigaciones, existen versiones contradictorias sobre lo ocurrido. Algunos sostienen que Escobar estuvo directamente involucrado, mientras que otras teorías sugieren que la explosión pudo haber sido el resultado de fallas técnicas en la aeronave.
En 2009, el caso fue declarado crimen de lesa humanidad, lo que significa que no prescribe. A pesar de los esfuerzos por esclarecer la verdad, las familias de las víctimas siguen pidiendo respuestas, sin que hasta el momento se haya dado una conclusión definitiva.
