El Gobierno trata de reponerse de las gravísimas acusaciones que Víctor de Aldama ha vertido en sede judicial, ante el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional el pasado jueves. Para ello, más allá de negar la mayor e iniciar acciones judiciales, en la Moncloa habían diseñado una semana política orientada en recuperar la iniciativa política y dar sensación de proactividad ejecutiva. Sin embargo, el "nexo corruptor" sigue acaparando el foco informativo, administrando las dosis de cicuta que va inoculando, y destrozando, de paso, la estrategia que había trazado el Ejecutivo. El presidente del Gobierno comparecía esta mañana en el Congreso de los Diputados en su puesta de largo para anunciar un tercer paquete de ayudas a los afectados por la DANA. Apenas media hora antes, Aldama volvía a tomarle la delantera en una entrevista en la Cope en la que deslizaba que el presidente estaba al tanto de los desmanes de José Luis Ábalos, con quien hablaba "más de seis veces al día".
Tanto es así, que las declaraciones del "nexo corruptor" que se extendieron en las ondas unos minutos más allá del inicio de la comparecencia del presidente, tenían a los presentes en el Congreso de los Diputados más pendientes de sus dardos que de las primeras palabras de la alocución de Sánchez en tribuna.
"Me llama delincuente a mí un señor que tiene a su mujer imputada, a su hermano imputado y a su segundo en el Gobierno (Ábalos) imputado y no dimite", ha señalado Aldama justo antes de que el presidente anunciara que el Consejo de Ministros extraordinario que se va a celebrar mañana aprobará un nuevo montante de ayudas de 2.274 millones de euros, hasta llegar a más de 16.600 millones de euros con las dos primeras fases del Plan de Respuesta Inmediata, Reconstrucción y Relanzamiento.
El "nexo corruptor" de la trama también reconoció que el acto en La Latina, del que hay testimonio gráfico, no fue la única vez que coincidió con el presidente del Gobierno. También lo hizo en un evento organizado por José Luis Ábalos, "una cena que se celebró por su 60 cumpleaños y la hizo en los restaurantes de las Cuatro Torres. Vinieron varios ministros y el presidente con su esposa". En el PSOE salieron rápidamente a reaccionar a estas declaraciones, exigiendo que presente las pruebas de las que habla. Fuentes socialistas reconocen que Aldama "está marcando la agenda política" y está generando un "daño reputacional" para el PSOE que se "amplía" cuanto más se dilata la presentación de las pruebas exigidas.