Hay delanteros, de esos que marcan tendencias, a los que les cuesta poco encontrar el interruptor del gol. Frente al
Brest, Robert Lewandowski tardó apenas diez minutos en juntar sus puños, aunque en esta ocasión su acostumbrada celebración tenía un significado especial. Fue su tanto 100 en la
Champions League, que le abrió las puertas a un selecto club históricos del que sólo forman parte dos jugadores más.
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