Mantener el baño fresco y con buen aroma no requiere velas ni ambientadores sofisticados. Los hoteles suelen recurrir a un método práctico y económico que garantiza baños sin malos olores y libres de humedad. Este sencillo truco, que puede replicarse en casa, utiliza solo dos ingredientes básicos: vinagre y agua. Además de ser efectivo, es amigable con el bolsillo y el medio ambiente.
El primer paso para implementar este método es garantizar una adecuada ventilación en el baño. Según recomendaciones del portal Forever Young, si el baño cuenta con ventana, lo ideal es abrirla después de su uso para permitir la circulación del aire y eliminar la humedad acumulada. En baños sin ventanas, dejar la puerta abierta y ventilar con las ventanas más cercanas de la casa puede cumplir esta función.
Una vez resuelta la ventilación, se puede preparar la mezcla de vinagre y agua en partes iguales. Este líquido se coloca en un pulverizador y se aplica directamente sobre los azulejos y paredes del baño, especialmente después de ducharse. La mezcla no solo ayuda a prevenir el crecimiento de moho, sino que también elimina restos de humedad acumulada.
El vinagre es conocido por sus propiedades desinfectantes y desodorizantes, lo que lo convierte en un aliado natural para mantener espacios limpios y frescos. Al evitar productos químicos o aerosoles, este truco es ideal para quienes buscan opciones más saludables para su hogar. Los resultados son baños libres de malos olores y con un ambiente más agradable, sin necesidad de grandes inversiones.
Adoptar este truco es una forma práctica y sostenible de mantener la higiene en casa. Además, al requerir poco esfuerzo y materiales simples, se convierte en una excelente solución para el mantenimiento diario del baño.
