El PSOE madrileño es un avispero desde que este domingo por la noche se trascendiera que su líder, Juan Lobato, había acudido a un notario para levantar un acta de una conversación de Whatsapp con su compañera Pilar Sánchez Acera en la que se intercambió el correo electrónico en el que la defensa de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, negociaba un pacto con la Fiscalía por la presunta comisión de varios delitos fiscales y que es el núcleo del proceso por revelación de secretos que se sigue en el Tribunal Supremo (TS) contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y en la que el propio Lobato fue citado como testigo este lunes.
Las peticiones de dimisión de Lobato se han multiplicado dentro del partido y él, este martes en una comparecencia sin preguntas de la prensa desde las dependencias del grupo parlamentario socialista, no solo las ha ignorado si no que ha tildado de «linchamiento» la reacción de «algunos dirigentes de su partido». «Estoy ciertamente preocupado», ha comenzado diciendo Lobato a la treintena de periodistas concentrados en la sala.
El líder socialista ha confesado no entender la reacción de su partido. «No la entiendo porque si lo que se me dijo cuando se me mandó la documentación era verdad, no veo cuál es el problema en acreditar el origen lícito de esa documentación, que eran los medios de comunicación», ha mantenido.
«¿Qué problema hay?», ha insistido, «yo no veo ningún problema, al revés, ahora vista la reacción, como digo de algunos dirigentes de mi partido, parece como si de alguna manera se dudara sobre la veracidad de lo que ahí se me dijo«, ha añadido. Lobato ha asegurado que «no contempla» que Sánchez Acera, jefa de gabinete del entonces jefe de gabinete del presidente del Gobierno y también secretaria de Política Institucional del PSOE-M, le mintiera sobre el origen del correo de la defensa de González Amador y el ministerio público.
«No contemplo que fuera falso lo que se me dijo porque si fuera falso que el origen de esa documentación eran los medios de comunicación sería bastante grave«, ha aseverado. Un origen ajeno a la prensa supondría que la Fiscalía habría enviado la documentación al palacio de La Moncloa, lo que complicaría el futuro judicial de García Ortiz, algo que también habría tenido consecuencias para Lobato, según ha aseverado él mismo.
«Si el origen del documento hubiera sido distinto al que se me dijo hubiera supuesto, además de que se me mintió que es lo de menos, un intento de que fuera yo quien hiciera público ese documento con un origen posiblemente irregular y con las consecuencias legales y políticas que eso hubiera tenido para mí y también para el PSOE», ha señalado.
El líder de los socialistas madrileños, que no pensaba hacer ninguna declaración pública sobre el asunto del notario hasta que pasara la declaración en el Supremo este viernes, ha salido a defender la decisión que tomó y que, según confesó, este lunes, no consultó con nadie. «Al final siempre es la misma historia: se intenta por parte de unos pocos que parezca que el malo es precisamente quien decide no hacer las cosas mal», ha esgrimido.
La comparecencia de Lobato apenas ha durado tres minutos y ha acabado con un mensaje al PP, del que ha dicho que está atacando de «una forma furibunda» al PSOE. «Isabel Díaz Ayuso, el PP de Madrid o el PP de España nos atacan constantemente y yo les quiero contestar: el PSOE no es una secta ni es una agencia de colocación de amigos a los que proteger», ha resaltado. «El PSOE es un partido democrático, un partido con 145 años de historia, de honestidad de sacrificio, de integridad. Un partido de militantes y de referentes políticos ejemplares. Y lo va a seguir siendo, lo tengo claro», ha finalizado.
