Las evaluaciones preliminares realizadas a la única sobreviviente del accidente de una avioneta en los cerros de Escazú arrojaron resultados que sorprendieron, la mañana de este martes, al personal médico de los equipos de socorro.
“Para lo que esa persona vivió, realmente las lesiones son menores, tomando en consideración todo lo que pasó”, aseguró Luis Rodríguez, rescatista de la Cruz Roja, sobre la condición de Paola de los Ángeles Amador Segura.
En una comunicación emitida a las 7:12 a. m., Rodríguez comentó que la mujer presenta una fractura facial, fractura de húmero y trauma cerrado en la cadera, lo que significa que sufrió un daño interno en la zona, sin que haya heridas abiertas en la piel.
Amador Segura, de 31 años y vecina de Tarbaca, en Aserrí, fue trasladada al Hospital San Juan de Dios, donde se le realizan exámenes más exhaustivos sobre las lesiones sufridas durante el percance aéreo.
Ayer, a las 8:45 p.. m., ella fue hallada consciente, orientada y politraumatizada por los socorristas que lograron llegar donde se encuentra la aeronave siniestrada. Su extracción resultó muy complicada debido a lo inclinado del terreno, el barro, la llovizna y la neblina.
Amador viajaba como pasajera en una avioneta de Aero Caribe Air Charter que se estrelló, la tarde del lunes, con seis personas a bordo entre los cerros Cedral y Rabo ‘e Mico, cerca de Pico Blanco.
Los fallecidos son el piloto Mario Alberto Miranda Ramírez, de 40 años, y la copilota Ruth Pamela Mora Chavarría (26 años), así como los pasajeros Jean Franco Segura Prendas (28), Gabriela Calleja Montealegre (64) y Enrique Arturo Castillo Incera (56).
