La tragedia aérea del lunes 25 de noviembre en los cerros de Escazú, entre Cedral y Rabo ‘e Mico, movilizó a decenas de rescatistas del Benemérito Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja Costarricense. Zeus, un perro especializado en búsqueda y rescate, fue clave para localizar la aeronave accidentada.
Desde la tarde, las unidades de rescate se internaron en la montaña en busca de los seis ocupantes de la avioneta, enfrentando condiciones extremas: barro, lluvia y oscuridad. A las 8:40 p. m., Zeus y su equipo encontraron los restos de la aeronave Cessna 206.
Cinco personas fallecieron. Sin embargo, Paola de los Ángeles Amador Segura, de 31 años, fue hallada con vida, aunque con múltiples politraumatismos. Su traslado a un lugar seguro concluyó a las 6:44 a. m. del martes, luego de horas de recorrido por terreno fangoso y con baja visibilidad.
Zeus, miembro de la Unidad Canina de Bomberos, tiene un entrenamiento que lo capacita para detectar rastros humanos en terrenos complicados y bajo condiciones adversas. Su habilidad fue determinante para encontrar a los ocupantes y guiar a los rescatistas.
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El operativo fue liderado por diversas unidades especializadas, como la Unidad de Cavernas y Montañas, la Unidad Médica de Rescate y la Unidad Canina. Zeus desempeñó un papel crucial, facilitando la orientación en el difícil terreno.
Zeus tiene experiencia en operaciones similares, pero su intervención en esta misión resaltó la importancia de los perros rescatistas. Usuarios en redes sociales lo elogiaron como símbolo de esperanza. El accidente dejó una marca imborrable en los rescatistas, destacando la importancia del trabajo conjunto entre equipos humanos y caninos para salvar vidas.
